La mesa de negociación entre el Gobierno y los agentes sociales sigue en marcha para llegar a un acuerdo lo antes posible para derogar, modernizar o retocar la reforma laboral de 2012. Uno de los requisitos para acceder a los fondos de Bruselas era el consenso, por lo que las tres partes deberán encontrar una posición común.
El Ministerio de Trabajo ha dado un paso delante para facilitar el pacto y ha apuntado que el objetivo sigue siendo actuar en las causas de los despidos y acabar con la temporalidad sin necesidad de fijar un porcentaje máximo al respecto, como asegura que ha propuesto un "agente social" en la mesa de negociación sobre la reforma laboral.
Desde el despacho de Yolanda Díaz, señalan que el Gobierno no propuso fijar un máximo del 15% a la temporalidad, sino que surgió de "un agente social". Por ello, apuntan que "no tiene por qué haber porcentajes". Asimismo, optan por un marco más flexible y diferenciado por sectores laborales.
El Gobierno apuesta por un marco flexible "sin porcentajes"
Estas fuentes subrayan que el Gobierno ha explicitado ya los cambios a abordar en la reforma laboral de 2012 tanto en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos como en el Componente 23 del Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea.
En el caso del pacto de investidura, los socios de coalición hablaban de limitar la subcontratación, la capacidad de la modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa y el descuelgue salarial, de simplificar el número de contratos, de favorecer el uso del contrato fijo discontinuo y de revisar las causas del despido, entre otras cuestiones.
El término 'derogar', la gran cruzada entre el PSOE y UP
En las negociaciones para la reforma laboral, el término derogación ha sido objeto de discusión entre el PSOE y Unidas Podemos.
La formación morada ha incidido en usar este término, mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se limitó a señalar el pasado domingo la necesidad de reconstruir "algunas cosas" de la reforma laboral aprobada en 2012 por el Gobierno del PP, sin mencionar la palabra derogación.
Moncloa emitió un comunicado el martes tras la reunión entre Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño; y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, donde detallaba que "está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012".
Díaz afirma que derogarán "solo unas partes"
No obstante, Díaz ha matizado sus palabras este jueves. "Lo que vamos a hacer es emprender una enorme transformación en el mercado de trabajo y vamos a derogar unas partes y vamos a transformar otras", ha declarado a los medios en el Congreso de los Diputados.
Mientras, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha manifestado que hay dos "dimensiones compatibles" respecto al término derogación: una "técnica", que consiste en "sustituir unos artículos por otros", y otra "política", que entiende la derogación como una forma de "revertir la reforma que se hizo en 2012". "No hay que preocuparse tanto por la semántica sino por los contenidos, los contenidos están claros y están en el acuerdo de Gobierno", ha concluido.
