A las 13:45 horas de ayer un equipo de bomberos voluntarios del CEIS hallaba el cuerpo sin vida de Javier Márquez en el cauce del río Ebro, tras 19 días de búsqueda. Una vez localizado el cadáver, los forenses llevan a cabo la autopsia y continúa la investigación, bajo secreto de sumario.
La delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz y el jefe superior de Policía de La Rioja, Manuel Laguna, comparecían en rueda de prensa para ampliar la información sobre el hallazgo del cuerpo. Lo más destacado es que Márquez portaba su teléfono y su cartera, hecho que parece que hace descartar la hipótesis del robo.
Explicaban que el cadáver del joven calceatense se encontraba en una zona de difícil acceso, cuyos entornos habían sido investigados; que protegían ese punto para evitar la pérdida de pruebas y que un guía canino alertaba en la mañana de ayer desde la orilla de enfrente.
Laguna y Arráiz trataban de asegurar que la coordinación en este caso ha sido buena y que la disparidad de hipótesis y las características del río han dificultado algunas labores.
Una línea importante de investigación para determinar el recorrido de Márquez es su teléfono móvil, que recordamos que se encontraba junto al cuerpo. Ahora se trabaja con la operadora para conocer más datos sobre las últimas llamadas y registros.
La investigación continúa bajo secreto de sumario y los forenses realizan la autopsia con un cuerpo, al parecer, poco deteriorado por la baja temperatura del Ebro.