El Consejo de Gobierno ha aprobado el nuevo Plan Integrado de Residuos de Extremadura (Pirex) 2023-2030, que contempla la eliminación del concepto de macrovertedero y limita la capacidad de albergar residuos de los vertederos hasta 55.000 toneladas al año.
También, el Pirex recoge que, a la hora de instalar vertederos en la región, se deberán tener en cuenta los planes urbanísticos y las ordenanzas municipales y no se podrán construir en zonas protegidas, en entornos naturales de especial valor o en dehesas.
Igualmente, su ubicación deberá estar supeditada al informe del Instituto Geológico y Minero de España, según ha explicado la portavoz de la Junta, Victoria Bazaga, este martes en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.
El Plan Integrado de Residuos de Extremadura permite también la construcción de hasta 12 plantas de compostaje de residuos orgánicos y vegetales hasta el 2030, con el objetivo de fomentar la descentralización de estos espacios.
Otra de las líneas de actuación de este plan, como ha avanzado Bazaga, es la fabricación de combustible derivado de residuos y la modernización de los ecoparques, que son las plantas donde se tratan los residuos para reciclar. Este último proyecto contará con una inversión de 115,5 millones de euros.
En materia de prevención, se incidirá en la reducción de los residuos alimentarios, así como de los plásticos de un solo uso, y se seguirá trabajando en la mejora de la recogida separada de los residuos municipales, tal y como marca la normativa europea.