El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Teodoro Velázquez ha sostenido que los riesgos del 29 de octubre de 2024, el día de la dana, que eran totalmente previsibles y ha señalado como una de las causas de la devastación y la pérdida de vidas la falta de ejecución de obras hidráulicas, como la construcción de presas o actuaciones de encauzamiento, y de un sistema de alerta temprana.
Velázquez ha reiterado que son necesarias las medidas proyectadas puesto que a su juicio, está clarísimo que la causa principal de la magnitud de los daños provocados ha sido no haber ejecutado o ni siquiera tramitado las medidas estructurales previstas.
Afirma que con los datos que había a primera hora de la mañana se podía haber dado ya una alerta temprana a la población puesto que considera era un riesgo previsible porque se tenía el dato de 180 l/m2. Con ese dato ha afirmado que, la CHJ y el Ministerio, que son los responsables de la gestión directa del dominio público hidráulico, sabían, por los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación, que se podía producir una avenida próxima al periodo de retorno de 500 años.
Solicitud emergencia nacional
También ha comparecido Francisco Javier Orduña, catedrático de Derecho Civil de la Universitat de València, quien ha reiterado que el 29 de Octubre debió solicitarse la emergencia nacional. Recuerda que al no solicitarse desde la Comunitat Valenciana podía haberla solicitado el ministro del interior.
Reitera que materialmente la competencia en materia de emergencia no la tiene la comunidad autonóma por lo que plantea que el estado realice una revisión de la normativa actual. Desde su punto de vista ha afirmado que si el día del apagón la solicitud de emergencia nacional fue correcta es incongruente que no se pidiera el día de la DANA.

