Al Camp d’Elx no ha gustada nada la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de cerrar el trasvase Tajo-Segura este mes de septiembre.
La Comisión Central de Explotación del Acueducto se reunió este pasado jueves y emitió un informe en el que dejó la puerta abierta a un trasvase de hasta 20 hectómetros cúbicos, pero el ministerio ha autorizado la transferencia de solo 7,5 hectómetros y únicamente para abastecimiento urbano, dejando a la agricultura sin aportes hídricos desde el trasvase este mes de septiembre.
La decisión no ha pillado por sorpresa a los agricultores, que no en vano insisten en que desde que el pasado mes de mayo se autorizara un trasvase de 20 hectómetros cúbicos, se acumulaban ya tres meses consecutivos con recortes en el trasvase y de esos recortes se ha evolucionado en este mes de septiembre al cierre total del trasvase para regadío.
Para los usuarios del trasvase la situación es más grave tras un verano en el que las temperaturas extremas han obligado a incrementar el volumen de riego de los cultivos en entre un 20 y un 30%, según ha explicado este viernes Javier Berenguer, presidente de la Comunidad General de Riegos de Levante.
Pesimista de cara a un futuro a corto plazo
Los regantes son pesimistas de cara al futuro a corto plazo ya que la propia Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha estimado que la cabecera del trasvase mantendrá durante los próximos seis meses las condiciones hídricas actuales, en el marco de las que el ministerio ha dejado sin agua a la agricultura.
Por ello, el presidente de Riegos de Levante ha dicho que “solo queda confiar en que lluvia en los próximos meses” y ha advertido que las movilizaciones volverán si no se cambia de actitud por parte del Gobierno central.
