La Magdalena también podría dejar consecuencias muy negativas en las cifras de contagio, que por cierto, saldrán mañana, pero de momento lo que ha dejado son cifras positivas en hostelería y colectivos festeros. Ha sido para el sector turístico, la Magdalena de los picos de sierra.
Porque la recaudación del sector hostelero ha dependido de la lluvia. Las expectativas eran muy buenas y no se han cumplido del todo, como ha explicado el vicepresidente de Ashotur, Luis Martí
En el conjunto de la hostelería la ocupación ha rozado el 70%, sin lluvias hubiera alcanzado el 90%. Los negocios de terraza han sido los más penalizados. Los hosteleros aplauden es la inexistencia de mesones y piden que la decisión se repita en las próximas fiestas.
Y en cuanto a la organización, los entes festeros reconocen que el tiempo ha complicado mucho las cosas pero hay actos que se podrían mejorar. El presidente de la Federació de Colles, Pepe Beltrán, llama a la autocrítica.
Algunos actos suspendidos se recuperarán en Sant Joan o en el aniversario de la ciudad. Por cierto que la Magdalena del año que viene será del 11 al 19 de marzo
