TRIBUNALES

Comienza el juicio contra la pareja acusada de agresión sexual y maltrato a sus cinco hijos en Castellón

La fiscal solicita una pena de 15 años y cuatro meses de prisión para el acusado y 30 años y cuatro meses de cárcel para la mujer por los delitos de agresiones sexuales, lesiones, exhibición de material pornográfico, exhibicionismo y malos tratos habituales.

Agencias | ondacero.es

Castellón | 25.10.2022 16:52

Entrada a la Audiencia Provincial de Castellón.
Entrada a la Audiencia Provincial de Castellón. | Europa Press

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha comenzado este martes el juicio contra una pareja acusada de agresión sexual y maltrato a sus cinco hijos menores de edad, el cual se celebra a puerta cerrada por petición de las partes.

La vista oral estaba previsto en principio que se iniciara el pasado 3 de octubre, aunque finalmente se suspendió al no comparecer la acusada. Entonces, la Sala dictó un auto de prisión comunicada y sin fianza contra la mujer tras ser detenida para asegurar su presencia en la vista oral, después de que esta no se encontrara en condiciones de declarar.

La fiscal solicita una pena de 15 años y cuatro meses de prisión para el acusado y 30 años y cuatro meses de cárcel para la mujer por los delitos de agresiones sexuales, lesiones, exhibición de material pornográfico, exhibicionismo y malos tratos habituales.

Escrito de conclusiones provisionales

Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio público, los procesados tuvieron cinco hijos en común, desde cuyo nacimiento no afrontaron el menor cuidado de los mismos, incumpliendo de forma "grave y reiterada" los deberes inherentes a la patria potestad. Tras los intentos fallidos de intervención por parte de los Servicios Sociales, en noviembre de 2009 se declaró a los menores en situación legal de desamparo y asumió la administración pública la tutela de los mismos, quienes ingresaron en un centro de acogida en mayo de 2010.

Tres de los menores, de 10, 9 y 7 años fueron los que más se vieron afectados por las carencias y/o negligencias de sus progenitores, drogodependientes. Así, en el ámbito escolar, se elaboró un Protocolo de Desprotección, en especial debido al "alarmante" comportamiento de uno de los tres, que ya con 7 años comenzó a exteriorizar comportamientos sexuales inadecuados en casa y en el colegio. Entre abril y junio de 2009 la familia se marchó a Tarragona, permaneciendo 3 meses con absentismo escolar total.

En el ámbito afectivo y desarrollo integral de la personalidad, todo el periodo de la infancia en que los menores convivieron con sus progenitoris y hasta el momento en que fueron declarados en situación legal de desamparo fueron víctimas de una situación de completo abandono derivado de la desatención y esta situación se vio agravada por la realización de conductas reiteradas de tipo vajatorio, infligiendo malos tratos psicológicos y físicos por parte sus padres, especialmente a tres de ellos, y era la procesada quien imponía y sometía a sus hijos a dichas situaciones.

Según la fiscal, los acusados eran consumidores de sustancias tóxicas a diario y en presencia de sus hijos y, fundamentalmente tres de ellos, se ocupaban de suministrar la droga que sus padres dejaban a su cargo, de ir a buscar droga de otros consumidores conocidos y agujas para sus padres, llegando los menores a probar tales sustancias.

La progenitora ofrecía servicio sexuales a terceras personas por dinero y, en ocasiones, sustraía sus pertenencias como forma de procurarse el modo de sufragar el consumo, situaciones que también se daban en presencia de sus hijos, que en ocasiones eran además usados para hurtar a los clientes. También los menores acompañaban al acusado a cometer pequeños hurtos. Los niños además eran usados para la práctica de la mendicidad.

Los menores apenas disponían de alimentos, consumían en muchas ocasiones productos que conseguían del reparto de alimentos por alguna entidad pública o social y por la ayuda vecinal e, incluso, de otros consumidores-adictos con los que tenían trato personal.

Tres de los menores, según el ministerio público, eran agredidos físicamente y con "crueldad" por su madre, incluso con objetos como palos, cinturones, hebillas o hierros. Los acusados mantenían relaciones sexuales delante de sus hijos y era frecuente el visionado de películas de contenido pornográfico adulto junto con los menores.

En un momento en que el acusado se encontraba en prisión, la acusada tuvo otras relaciones o parejas, momento en que uno de los menores fue objeto de conductas sexuales, de abusos y agresiones de dicha naturaleza tanto por parte de un familiar como por parte de una de las parejas de la madre, sin que esta lo impidiera ni actuara al respecto.