Lucena del Cid, la perla de la montaña

Entre la entre el Barranco de la Pedreñera y el río Lucena en la comarca del Alcalatén se encuentra la perla de la montaña. De esta manera tan peculiar se conoce a Lucena del Cid, o Llucena, en su denominación en valenciano. Hablaremos de su historia, sus fiestas y su gastronomía.

Fiestas

Alrededor del 15 de agosto empiezan las fiestas de la asunción en honor a la Virgen de la Asunción en homenaje a la colonia Veraniega. Las Festividades de San Miguel y San Hermolao, patronos de la villa, se celebran a finales de septiembre y que comprenden siempre los días entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre.

El segundo domingo de mayo se celebra una romería en la Ermita de San Miguel, antigua capilla del castillo que los Urrea mandaron construir en los confines de su feudo para defenderlo de los montesinos.

Coincidiendo con la celebración de la Santísima Trinidad el 30 de mayo se celebra la Feria del Rollo, evocación feliz de unas épocas llenas de dificultades económicas. Feria de dulces y juguetearía; competiciones deportivas; bailes típicos y bailes modernos. Pero lo típico es el reparto del rollo, previamente bendecido por el párroco.

Historia

El nombre de Lucena viene del latín, pero hay multitud de pruebas de que su origen es anterior por la cantidad de ruinas ibéricas y de la edad de bronce que se han encontrado. Jaume I, el conqueridodor, la entregó a Don Pedro Ximén de Urrea en 1233. No fue hasta 1335 cuando se le entregó la carta de población. Al final del siglo dieciocho murió el último noble de la casa Urrea y pasó a manos de la casa ducal de Híjar hasta que se acabó con los señoríos en el siglo XIX.

El clima de media montaña, lo especial de la población y la belleza de sus vistas a hecho que hoy en día sea un destino turístico que se empezó a forjarse a comienzos del siglo veinte.

Cultura, monumentos y gastronomía

Lucena del Cid no es solo Fiestas e Historia, es más que eso. En esta localidad del Alcalatén pueden ver la Iglesia de la Ascensión. Construida en el siglo XVIII y de estilo neoclásico, alberga en su interior el Museo de Orfebrería. Otros edificios religiosos que visitar son la Ermita de San Antonio, la Ermita de San Miguel de les Torrocelles, la Ermita de San Vicente y la Ermita del Calvario.

Y no solo se pueden visitar monumentos religiosos. Como por ejemplo la Plaza Mayor que es una construcción de arcos góticos conocidos como Els Perxes. O también el Castillo-palacio de los Ximénez de Urrea. De origen árabe, fue palacio de los Urrea primero y de los Híjar después. En las Guerras Carlistas fue destruido y se utilizó como prisión. Actualmente alberga el Museo Etnológico.

La gastronomía lucenense destaca por la Olleta que incluye cardos y conejo o los caracoles. En verano son típicos los tomates autóctonos que con ensaladas son toda una delicia.