La detenida, de 30 años de edad, fue localizada por la policía al tener en vigor una orden de búsqueda de un juzgado. Al llegar a su domicilio los agentes del Grupo Operativo de Respuesta de la Comisaría Norte encontraron en condiciones insalubres a una anciana, de 88 años, totalmente desatendida, según ha explicado en un comunicado la Comisaría Provincial.
Debido a su delicado estado físico y mental fue conducida al área de Urgencias del Hospital General. En la exploración los médicos comunicaron a los agentes que la anciana tenía la cadera rota, que no era una lesión reciente pero no podían precisar la fecha en la que se produjo; también tenía cortes en la cara y moratones en los ojos infligidos con anterioridad.
La investigación determinó que la anciana era maltratada por su nieta y cuando los allegados preguntaban por ella siempre ponía la excusa de que "se había caído". Además, durante los últimos años la mujer presenció tentativas de suicidio y episodios repetitivos de malos tratos entre su nieta y su pareja, entre los que había una orden de alejamiento. La vivienda se encontraba en un estado insalubre con fuerte hedor a orín, con colillas y comida por el suelo.
Todos sus allegados tenían miedo a las posibles represalias que pudiera cometer la detenida si la denunciaban, pero admitieron que era común escuchar gritos y llantos provenientes del domicilio y que las condiciones higiénicas eran lamentables dado el hedor que desprendía la vivienda. También eran conocedores de que la detenida se gastaba todo el dinero de su abuela a su antojo.
Sobre la arrestada ya pesa una condena por maltrato hacia sus dos hijos de corta edad. Actualmente, los menores se encuentran bajo tutela de la Generalitat Valenciana.