El tribunal le absuelve, en cambio, de la comisión de abusos sexuales sobre otros dos estudiantes, también menores, al no considerar acreditado que se produjesen los tocamientos que se le atribuían. La Fiscalía solicitaba que se le impusiese una pena de 15 años de prisión como responsable de tres delitos de abuso sexual.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar entre 2012 y 2013 en el centro docente donde el procesado impartía clases. Según la resolución judicial, el profesor aprovechó al menos tres ocasiones en los que exhibía una película a sus alumnos, de entre 8 y 9 años, para sentar a uno de ellos sobre sus piernas y tocarle los genitales. El menor víctima de los abusos llegó a relatar durante su declaración en el juicio que esos tocamientos pudieron producirse "incluso 30 veces".
Por su parte, el acusado negó los hechos. Su abogado defensor adujo que la denuncia pudo haberse presentado como reflejo de los "rumores" que circulaban en la localidad sobre la existencia de denuncias previas. Sin embargo, el tribunal descarta esa posibilidad y resuelve que ni el menor ni sus padres que denunciaron los abusos actuaron movidos por propósitos espurios.
En esta línea, la sentencia subraya que el menor víctima de los abusos no mostró en ningún momento deseo de perjudicar a su profesor y que su versión de los hechos fue siempre persistente. Al margen de la imposición de una pena de cuatro años de cárcel, el fallo incluye la inhabilitación absoluta del docente por un plazo de seis años y el pago de una indemnización de 6.000 euros a la víctima.