Falta por comprobar y ver cómo reacciona en esta nueva situación el habitual socio culé que durante las últimas décadas ha acudido al estadio con asiduidad y rutina pero siempre a su misma localidad y con todo tipo de comodidades y cercanía que, por desgracia, no le ofrece el nuevo escenario, la montaña olímpica de Montjuich.
De ahí que lo que es más importante con el cambio de escenario es empezar bien, enganchar a la afición pronto.
Un mal arranque de temporada en el nuevo estadio, supondría un bajón importantísimo en el ánimo de los socios y en las expectativas de acudir a presenciar los partidos o animar al equipo a lo largo de la temporada en ese a priori frío escenario.
Si por contra la plantilla de la temporada que viene es capaz de comenzar ilusionando a los aficionados con buen espectáculo y con caras nuevas que atraigan a los aficionados, la dura travesía en el desierto que se intuye que se va a vivir en el destierro de Montjuïc. Podría ser mucho más llevadera.
Hay por tanto mucho más en juego de lo que parece en esta temporada que comienza y sobre todo en los primeros meses. Éstos deben y van a marcar el desarrollo de toda la temporada, una temporada absolutamente atípica, diferente, considerablemente de las que hemos venido viviendo en los últimos años y que nada va a tener que ver con ellas.
Por fortuna, el Barcelona no tendrá un comienzo de temporada muy complicado.
Además, solicitó la disputa de los primeros partidos en su mayoría, jugar los fuera de casa, de tal manera que las obras de acondicionamiento del nuevo estadio pudieran desarrollarse con mucho mayor margen de tiempo y permitir que el equipo estrenara estadio nuevo en las mejores condiciones posibles.
De arranque serán salidas al campo del Getafe, del Villarreal y de Osasuna.
Tres encuentros fuera de casa en las cuatro primeras jornadas. Y ahí es fundamental conseguir buenos resultados.
Del resto del calendario poco más se debe decir, aunque evidentemente en ese sorteo dirigido vuelve a tocarle jugar primero en casa contra el Real Madrid y en la segunda vuelta contra el conjunto blanco en el Santiago Bernabéu. Nunca sabes que es mejor, aunque para el Aficionado siempre es más atractivo que el último choque se juegue en tu estadio con la expectación de que pueda ser el golpe definitivo para conquistar el título de liga.