Se hace difícil de entender que unos profesionales como estos salgan al campo sin la motivación al cien por cien de ganar el partido y máxime cuando aún no han conseguido salvar la temporada. Estas dos derrotas consecutivas en casa, que en teoría eran casi seis puntos en la clasificación asegurados comprometen y mucho el futuro del Barcelona en las cinco finales que quedan para acabar la temporada. Ya no está garantizado nada , y lo que es peor, se ha entrado en una dinámica muy peligrosa de derrotas y errores graves que penalizan mucho al equipo.
Las tres derrotas consecutivas en casa, récord histórico del Barcelona, tienen un componente en común : en todas los barcelonistas encajaron goles muy pronto y por errores graves de la zaga o por falta de concentración. Es un mal endémico que está penalizando y mucho a los barcelonistas y que debe ser una de las primeras cosas que debe corregir con urgencia el técnico del Barcelona.
El Barcelona está sumido en dudas, está cansado y posiblemente esté pagando la sobreexcitacion y el desgaste de estar toda la temporada remando contracorriente y muy descolgado. Había hecho lo más difícil , que era engancharse al tren de la Champions e incluso depender de sí mismo para ser Segundo en la tabla, pero en diez días ha tirado todo el rédito por la borda.
Vuelven a fallar jugadores. Ayer salvo Gavi poco se puede salvar del equipo. Cansados los hombres de arriba, quizás Xavi debió refrescar algo más el equipo que venía de dar síntomas de cansancio habiendo jugado el jueves con la exigente Real Sociedad.
Se puede señalar a casi todos porque vuelven a decepcionar los Dest, De Jong, Torres…
Hay tiempo para reaccionar pero vuelve a no tener margen de error el equipo. Los traspiés han sido muy graves y lo que es peor vuelven a generar mucho ruido y muchas dudas sobre el actual proyecto, y ya sabemos que eso en el Barcelona es el peor de los enemigos.