Tras varias semanas de desencuentro, PP y Vox han alcanzado este viernes un acuerdo para implementar la libre elección de lengua en la educación balear a partir del próximo curso. Después de desencallar la crisis entre ambas formaciones, Vox ofrecerá su apoyo para aprobar el techo de gasto de la comunidad, el paso previo para la elaboración del presupuesto autonómico para 2024.
Sin embargo, el acuerdo ha abierto una importante brecha con la comunidad educativa. De hecho, los representantes de 35 entidades no han querido entrar a la reunión prevista este viernes con la presidenta del Govern, Marga Prohens, en el Consolat de Mar en Palma.
El Govern pondrá en marcha un plan piloto, que será voluntario para los centros educativos que podrán ofrecer a los padres la elección de la primera lengua de enseñanza en materias no lingüísticas, es decir, en las asignaturas troncales. La medida entraría en vigor a partir del próximo curso escolar, y "se irá extendiendo a lo largo de la legislatura", según ha anunciado el Conseller de Educación, Antoni Vera, que insiste que "no habrá segregación de alumnos", pero sí desdoblamientos y clases flexibles.
Por su parte, la comunidad educativa ha lanzado un órdago al Govern y ha anunciado su intención de defender la inmersión lingüística. Catalina Bibiloni, la portavoz de las organizaciones de la comunidad educativa que han optado por dar plantón al Govern, ha asegurado que se sienten "decepcionados y engañados" tras el acuerdo entre PP y Vox e insisten en que no existe ningún conflicto lingüístico en los centros educativos de Baleares a costa del catalán.