El verano del 2019 fue el último en el que las ONG que trabajan sobre el terreno pudieron traer a los niños procedentes del campo de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia) para pasar el verano con sus familias aragonesas, dentro del programa 'Vacaciones en paz'. Después, llegó la pandemia y los acogimientos se tuvieron que suspender por primera vez desde 1979.
Una vez que la situación sanitaria permitía recuperar el programa para este verano, ha entrado en juego otro obstáculo: el político. El cambio de postura del Gobierno de España al apoyar el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental tras 47 años de neutralidad, ha hecho temer que el Frente Polisario llegara a vetar el programa, algo que finalmente no parece que vaya a ocurrir.
La portavoz de la asociación Um Draiga, Laura Barceló, ha explicado que serán más de un centenar de niños de ocho años los que lleguen en las primeras semanas de julio, algo más tarde que otros años, y ha animado a las familias aragonesas a abrir sus casas para que estos pequeños pasen el verano como uno más de sus hijos, disfrutando de la piscina y de un aspecto primordial: las revisiones médicas, ya que las condiciones de vida en los campos de refugiados son muy duras, con carencias sanitarias y de alimentación que afectan a su salud.