En cada generación, los jóvenes utilizan una forma de hablar diferente, una “jerga”, palabras diferentes para comunicarse y diferenciarse de los adultos. El lenguaje cambia y de expresiones como “tronco”, “mola” o “dpm se ha pasado a las que utilizan ahora los jóvenes como “PEC”, haciendo referencia a “por el culo” indicando que algo está muy bien, para nada peyorativo como los adultos pudieran creer. También utilizan NPC, del inglés “non playable carácter” y que hace referencia a alguien sin personalidad.
Son sólo unos ejemplos. Manuela Catalá, doctora en Filología Hispánica y profesora de Lengua Española en la Universidad San Jorge, explica que esta forma de comunicación se modifica desde hace generaciones porque los jóvenes quieren generar una identidad de grupo, diferenciarse del resto y marcar su generación.
La diferencia, conforme pasan los años es que los jóvenes actuales están más supeditados a la tecnología y antes las expresiones, como indica la profesora Catalá, se quedaban en el entorno más cercano y era difícil que traspasara fronteras, mientras que ahora el inventario de conceptos es mucho mayor. Muchos de ellos proceden de Latinoamérica y se convierten en siglas, otros vienen del inglés y muchos a través de las redes sociales e incluso videojuegos.
La profesora de la Universidad San Jorge asegura que los jóvenes son conscientes, o deberían serlo porque se les ha explicado, que las situaciones comunicativas y lingüísticas que viven a lo largo del día no siempre son las mismas. El problema se da cuando esos jóvenes trasladan de forma natural las situaciones lingüísticas que tienen por whatsapp o con su círculo de amigos a otros contextos.
