La Guardia Civil ha averiguado que el joven investigado acudió al restaurante aprovechando que aún estos días se encuentra cerrado por la situación de estado de alarma, y utilizando una llave que poseía de cuando aún trabajaba en él; entró y se apoderó de un horno de pizzas, de un refrigerador, de una televisión, de un ordenador, de una impresora y de dos PDA, objetos valorados en más de 8000 euros.
Después de que la propietaria del restaurante denunciara el robo, la Guardia Civil de La Zubia abrió una investigación y tras comprobar que no habían forzado nada para entrar al restaurante, los investigadores localizaron a un testigo que les puso sobre la pista del investigado, al que habían visto en el establecimiento varias veces a lo largo del pasado día 23 de mayo.
La Guardia Civil continúa con las pesquisas para tratar de recuperar los objetos robados