Los resultados de Vox en la últimas elecciones generales no son lo más halagüeños para la formación ultra conservadora. De los 52 escaños que obtuvieron en 2019 (el 15% de los votos), convirtiéndose en la tercera fuerza política en España, Vox reduce su influencia 19 escaños, hasta los33 actuales (el 12%). Aunque se mantiene como tercera fuerza por delante de Sumar (que ha obtenido 31 escaños), este descenso en los votos supone perder un tercio de sus escaños en el Congreso, reduciendo sus capacidades como oposición. Una situación que trae consigo algunas limitaciones que deberá asumir a partir de ahora:
Recurrir leyes ante el Tribunal Constitucional
El recurso de inconstitucionalidad era una de las herramientas con las que contaba hasta ahora, ya que para ejercerlo son necesarios al menos 50 escaños. Un proceso que permite acudir al Tribunal Constitucional en caso de que una ley, normativa, estatuto de autonomía, tratado internacional, etc. genere dudas sobre si cumple o no con lo establecido en la Constitución.
Esta herramienta puede ser usada por el Presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo, aquellos partidos con 50 diputados y 50 senadores, o los órganos ejecutivos y legislativos de las Comunidades autónomas. Cualquiera de ellos tendrá 3 meses (prorrogables en circunstancias especiales) desde la publicación de la ley para interponer el recurso, especificando qué puntos de la constitución infringe. Admitida la demanda, el Tribunal Constitucional valorará las alegaciones y dictará sentencia.
Durante el anterior mandato, Vox presentó un total de 44 recursos de inconstitucionalidad contra el gobierno de Pedro Sánchez. Entre las normas impugnadas, destacan los dos primeros estados de alarma durante la pandemia, la Ley de Eutanasia, la Ley del 'Solo sí es sí', la derogación del delito de sedición del Código Penal o la reforma laboral.
Presentar mociones de censura
De acuerdo con el reglamento de la Cámara Baja, se podrán presentar mociones de censura siempre que se cuente con al menos la décima parte de los componentes del hemiciclo; es decir, 35 diputados. Como herramienta recogida en la Constitución Española y en el reglamento del Congreso de los Diputados, permite a la oposición desbancar al gobierno si considera que se ha roto la confianza entre gobierno y Cámara Baja.
Debe incluir siempre un candidato a la presidencia, un escrito que motive la moción y un programa detallado de medidas. Transcurridos cinco días desde la presentación, se someterá a votación, solo prosperando si consigue la mayoría absoluta del Congreso (al menos 176 escaños). En esta nueva legislatura Vox ya no podrá utilizarlo, salvo que logre el apoyo de dos diputados de otros grupos parlamentarios (algo casi imposible).
En la última legislatura, Vox presentó 2 mociones de censura. La primera en octubre de 2020, en plena pandemia, con Abascal como candidato a la Presidencia del Gobierno. La segunda fue en marzo de este año, en este caso con el historiador, economista y político Ramón Tamames al frente. En ambas iniciativas fue el único grupo parlamentario en votar a favor, con lo que ambas fracasaron.
En el nuevo panorama político, solo el PP y el PSOE (con 136 y 122 diputados respectivamente) podrán hacer uso de estos recursos.
