“Para mí es un éxito especialmente emocionante, quizá más que algún título de Grand Slam por lo inesperado que es todo y por todo lo que hemos pasado en estos últimos meses”, explicó en alusión a los seis meses de inactividad que atravesó como consecuencia de su lesión crónica en el pie izquierdo.
“La vida a veces te da este tipo de oportunidades. Lo estoy disfrutando al máximo y la grada me está apoyando de forma incondicional”, agregó el sexto clasificado mundial antes de describir el acontecimiento como un “semimilagro”.
“Son muchos años de experiencia y aquí, después de nueve partidos ganados, la rapidez mental vuelve ,y los automatismos. Estaba jugando a un nivel muy alto al principio, con una adrenalina muy alta moviéndole muy bien”, añadió tras cerrar el choque por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.
“Me juego un Grand Slam. Yo entiendo que estás con el tema de ser el mejor de la historia pero aunque lo gane no significará que lo vaya a ser. Para mí sería muy bonito e importante pero no creo que me cambie la vida. Si gano me va a dar felicidad pero la vida va a seguir”, argumentó en alusión a su posibilidad de convertirse en el primer jugador en superar la barrera de los 20 grandes.