CASO RUBIALES

Jorge Vilda declara hoy ante el juez por el caso Rubiales

El exseleccionador de fútbol femenino Jorge Vilda y el director de marketing de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera, están citados este martes para declarar ante el juez como imputados por las presuntas coacciones a la jugadora Jenni Hermoso y su entorno para que dijera que el beso de Luis Rubiales fue consentido.

EFE

Madrid | 10.10.2023 09:57

Jorge Vilda declara hoy ante el juez por el caso Rubiales
Jorge Vilda declara hoy ante el juez por el caso Rubiales | Agencia EFE

El titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, que investiga al expresidente de la RFEF por agresión sexual y coacciones, trata de desentrañar el grado de implicación de Vilda y Rivera en esas presuntas presiones, junto con el propio Rubiales y el director de la selección masculina, Albert Luque.

Durante su declaración ante el magistrado el 15 de septiembre, Rubiales negó las coacciones, al tiempo que explicó que en el avión de vuelta a España tras la final del Mundial, desde la Federación le aconsejaron dar explicaciones y señaló a Jorge Vilda como la persona que acudió al hermano de Jenni Hermoso para que hablase con ella.

"Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás mía me dijo: 'Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)", afirmó el expresidente de la RFEF, según los extractos de la declaración que publicó el diario El Español.

Rivera por su parte estuvo en el viaje a Ibiza que hicieron jugadoras de la selección para celebrar la victoria en el mundial y donde la Fiscalía encuadra también las presiones a Hermoso y su entorno.

Vilda, Rivera y Luque debían comparecer en un primer momento como testigos, si bien el juez cambió su condición procesal a la de investigados tras oír los testimonios del hermano y de una amiga de Jenni Hermoso, que confirmaron las presiones recibidas para justificar el beso que Rubiales le dio en la boca tras la final del Mundial en Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto.