Los acercamientos entre el Real Madrid y Mbappé son ya un clásico de cada verano. Casi tanto como las playas, los chiringuitos o las caravanas de coches en las carreteras. Se trata de un amor correspondido, en el que ambos se gustan y se desean, pero que por unas razones u otras, no ha terminado de consumarse. El verano de 2021 puede ser el del flechazo definitivo entre el equipo blanco y el atacante francés.
Kylian Mbappé acaba contrato con el Paris Saint Germain en 2022. Y el equipo francés sabe que está en un momento clave: si el jugador no quiere renovar, podría irse gratis en un año, por lo que se verían casi obligados a buscar un traspaso este verano. En esta situación habría que ver cuál es el precio de salida que pone el conjunto galo a su estrella, que debería estar ajustado a la actual situación económica.
El PSG juega sus bazas, y la reciente clasificación para semifinales de la Champions puede ser una de ellas. “Hemos invertido mucho en este club para ganar la Liga de Campeones. Neymar y Mbappé no tienen excusas para irse” sentenció el dueño, Al Khelaïfi, tras superar esta semana al Bayern. Y es que el propietario del club parisino está empeñado en que Mbappé juegue el Mundial de 2022 perteneciendo al PSG.
El poder de seducción de Zidane
La sintonía de Zidane con su compatriota puede ser una de las claves para su llegada al Real Madrid. El técnico francés ha reconocido en varias ocasiones que habla habitualmente con Mbappé. “Nos conocemos bien” aseguró hace apenas una semana. Así que la continuidad de Zidane en el banquillo se antoja casi imprescindible para terminar de seducir al atacante galo.
En el vestuario blanco ya le esperan con los brazos abiertos como bien dejan a las claras las palabras de Luka Modric antes del partido con el Liverpool. El croata no dudó al asegurar que Mbappé “es un gran jugador, lo ha demostrado en su club y en su selección. Los grandes siempre son bienvenidos. Veremos qué pasa el año que viene”.
Eso sí, uno de los motivos de Mbappé para abandonar el PSG puede ser el de buscar un liderazgo fuerte en otro club, ya que esa relevancia la comparte con Neymar en el Parque de los Príncipes. El crecimiento de Vinicius, la recuperación de Hazard o la confianza en Asensio, pueden hacer dudar al galo, aunque todos parecen tener claro que si se viste de blanco Mbappé sería el jugador franquicia del club.
Y es que desde la marcha de Cristiano Ronaldo, la parroquia blanca anda huérfana de galácticos. Dicen que todos los caminos conducen a Roma, pero la hoja de ruta de Mbappé hace años que apunta hacia el Real Madrid. Veremos si este verano es el definitivo y Florentino Pérez consigue vestir al fin al delantero francés con la elástica blanca.
