El eterno sucesor. A Neymar se le está poniendo cara de Príncipe Carlos. Camino de los 30 años, el brasileño reaparece en el primer escalón de la sucesión al reinado futbolero de su amigo Messi.
Desequilibrante
El PSG está en semifinales de la Liga de Campeones y Neymar tiene mucha culpa de ello. Firmó ante el Bayern Munich una de esas actuaciones que se recordarán mucho tiempo. Y eso que no pudo firmarla con gol porque oportunidades tuvo. Tres en apenas unos minutos en los que el brasileño parecía flotar sobre el césped del Parque de los Príncipes. Ya en el partido de ida dejó también dos pases de gol para el lucimiento estadístico de Mbappe y Marquinhos.
Centrado
Sin embargo, el otro Neymar no desaparece nunca de las crónicas. Por eso se destaca que el brasileño estuvo centrado, solidario, activo y comprometido. Nada que ver con el futbolista que está sancionado en la liga francesa por protestas, piques y empujones fuera de lugar. Son precisamente estas acciones las que le retiran de un podio que por cuestiones técnicas es irrebatible.
Renovación
Neymar, junto con el PSG, pasa a ser el máximo candidato al título que ya perdió en la final de la pasada temporada. Tiene un portero (Keylor Navas) en forma y con mucha experiencia; es un equipo bien trabajado por su entrenador Pochettino; y tiene un tridente capaz de desarbolar cualquier esquema defensivo. Mbappé y Di María son muy buenos pero un Neymar desatado parece imparable.
La alegría en París es completa porque Neymar afirmó en una cadena brasileña que está feliz en la capital francesa y que la renovación por el PSG no es un problema. “Me siento más feliz que antes”.
