Un triple de Jaycee Carroll inauguró la octogésima final de Copa del Rey, que tuvo réplica inmediata por parte de un Herbalife Gran Canaria dispuesto a vender caro el título con un 4-3 que fue su única ventaja en los dos primeros cuartos.
El Real Madrid, más metido en el partido, logró un parcial de 2-13 para un 6-16 (min. 7) que pareció comenzar a encauzar sus ansias de victoria.
Los 'pío-pío', como en partidos anteriores, mantuvieron la calma y se aferraron al partido con todo. Con defensa, con acciones individuales en ataque y con un derroche físico importante, que permitió cerrar el primer cuarto con un 18-24.
En el segundo parcial no cambió la situación. Primero los canarios se acercaron con un 24-26 (min.13) y, después, el Real Madrid volvió a instalarse de manera efímera en la decena de puntos de ventaja (26-36, min.17).
El equipo de Pablo Laso, sin acabar de rematar, daba la sensación de poder romper el partido en cualquier momento, mientras que el 'Granca' parecía estar al límite de sus posibilidades, pero siempre encontraba un mínimo de energía para igualar las propuestas del rival.
Con guerras individuales de por medio, como las que mantenían Felipe Reyes y Eulis Báez, o KC Rivers y Sasu Salin el marcador volvió a estrecharse con un triple al límite de tiempo de Báez que puso el 38-40 con el que los equipos pasaron a vestuarios.
Las ansias de 'tripitir' título por parte del Real Madrid se igualaron con las del 'novato', en estas lides, Granca, aspirante a su primer trofeo copero.
Otro triple de Baéz, en el inicio del tercer acto, volvió a poner a los canarios por delante en el marcador, 41-40 (min.20.30) y una canasta de Alen Omic significó el 43-40 (min.22).
El Real Madrid superó la frustración de no anotar en los siguientes tres lanzamientos, pero igualó el luminoso de forma rápida con Jonas Maciulis y Carroll (45-45, min.24).
Para pasar a las ventajas con un 3+1 de Carroll que llegaron a ser de 6 puntos (50-56, min.27). Pero el Granca, como hizo en los cuartos anteriores, volvió a minimizar el marcador, ahora con triple casi desde las islas de Kevin Pangos, para dejar el marcador a diez minutos para el final en 59-62.
El Real Madrid no daba con la tecla necesaria para subir al marcador su teórica superioridad, mientras que los canarios, con trabajo, un poco trabados y casi al límite, se mantuvieron al acecho y con opciones reales de victoria.
Un 0-5 de salida señaló el camino a un Real Madrid que empezó a afilar los colmillos conforme el final se iba acercando, 62-71 (min.34), y el Herbalife Gran Canaria comenzaba a mostrar algunos signos de debilidad, fruto del cansancio.
Rivers, con un triple, subió al marcador el 68-78 a falta de poco más de tres minutos, lo que hizo a su equipo rozar el trofeo con la punta de los dedos.
El Granca lo intentó, más con el corazón que con la cabeza, pero la experiencia del campeón, del Real Madrid, le hizo pasar el trance con suficiencia. El Real Madrid de Laso se apuntó su tercera Copa del Rey seguida y volvió a sentirse campeón.