El Real Madrid sobrevive a un gran Morabanc Andorra y sella su pase a semifinales en la prórroga
El equipo de Pablo Laso, por detrás durante todo el partido, forzó el tiempo extra con un triple de Randolph, precedido de un posible campo atrás de Sergio Llull que desató las protestas del conjunto andorrano. En la prórroga no hubo color y el Madrid certificó su presencia en semifinales, donde le espera el Baskonia.
El Real Madrid sobrevivió a la ambición de un MoraBanc Andorra, que lo tuvo contra las cuerdas de principio a fin y le obligó a jugar una prórroga gracias a un enorme Giorgi Shermadini que anotó 27 puntos, y a punto estuvo de aguarle su pase a las semifinales de la Copa del Rey (99-93).
Los andorranos tuvieron el partido ganado hasta que dos triples de Carroll y un gran Anthony Randolph (25 puntos) en los últimos catorce segundos forzaron el tiempo extra y acabaron con la resistencia de un oponente que les tuvo maniatados, fue por delante 39 minutos y dispuso de la última bola para culminar su hazaña. Desde el cuarto inicial el Andorra fue el claro dominador.
Con un juego exento de complicaciones y Giorgi Shermadini como referente anotador, dominó con solvencia los diez primeros minutos con rentas de hasta ocho puntos y sin el más mínimo temor por enfrentarse al gran favorito y ganador de las tres últimas ediciones.
Enfrente, los hombres de Pablo Laso no se encontraban a gusto en ningún momento y sufrían lo indecible para sumar sus primeras canastas. Tan solo fueron capaces de anotar dos lanzamientos de dos puntos y un par de tiros libres en seis minutos, hasta que Rudy Fernández tomó la responsabilidad en ataque y apretó el marcador.
Los del principado no se descompusieron y fueron capaces de dar otro acelerón para culminar un parcial de 11-4 que le permitió terminar el cuarto inicial ocho puntos arriba (15-23).
Poco cambió el panorama tras la reanudación. Pablo Laso buscaba soluciones en el banquillo pero su rival seguía mostrándose como un bloque sólido que cerraba su rebote, buscaba acciones rápidas y seguía teniendo a Shermadini como estilete.
Dos canastas consecutivas del pívot georgiano encendieron las alarmas en su oponente, obligado a parar el partido a mitad del cuarto para ordenar ideas con un 21-32 en contra y con Anthony Randolph como su jugador más enchufado, con nueve puntos en el segundo acto.
El Andorra siguió a lo suyo, ejecutando su plan a la perfección ante el desconcierto madridista. Un triple de otro georgiano, Beka Burjanadze, subió al marcador el 21-37 a tres minutos y medio del descanso ante la sorpresa de los presentes.
A pesar del gran desacierto del Real Madrid, sobre todo desde el perímetro, con solo dos triples convertidos de dieciséis intentos en la primera parte, un arreón final a base de pundonor enjugó algo la diferencia, que se situó al descanso en un 33-43 favorable para los de Joan Peñarroya.
En la reanudación continuó el monólogo de Shermadini aunque, con el paso de los minutos, se apreciaban signos de mejoría en el conjunto blanco que coincidieron con un apagón ofensivo del MoraBanc (44-49 min. 16).
Un triple de Llull dejó en dos puntos la ventaja rival con tres minutos y medio del tercer cuarto por jugar (49-51) y un panorama muy distinto al de la primera mitad, con tendencias opuestas y un equipo andorrano perdiendo fuelle a pasos agigantados y al que le costaba un mundo sumar puntos.
Tras 28 minutos de dominio visitante, otro tiro exterior de Llull puso por primera vez por delante a los suyos a un minuto y medio del último cuarto. La remontada se había culminado, aunque los del Principado aún fueron capaces de llegar a los últimos diez minutos con tres puntos de renta (56-59).
Una falta antideportiva a Rudy Fernández dio aire al MoraBanc, que la aprovecho para sumar cuatro puntos de oro (64-71, min 33), aunque sendos triples de Carroll y Nocioni volvieron a incrementar el suspense en el Buesa Arena.
A un triple de Schreiner respondió con otro Nocioni. Nadie daba su brazo a torcer y con 1:19 la ventaja andorrana era de cuatro puntos. Jaycee Carroll, con otra canasta desde 6,75 dio vida al Real Madrid con catorce segundos por jugar (83-84).
Albicy sumó dos tiros libres y Andorra dejó subir el balón y permitió tirar de tres puntos al mejor hombre en ese momento, Randolph, que subió el empate a 86 con menos de cinco segundos por delante. Albicy se jugó una entrada a canasta que chocó en el aro y el partido se fue a la prórroga.
El tiempo extra tuvo poca historia. El Andorra se vino abajo tras haber tocado con las manos las semifinales y el Real Madrid salvó un partido que tuvo prácticamente perdido gracias en gran parte a Llull y Randolph. El sábado le espera otra batalla en semifinales ante el anfitrión Baskonia.