Miguel Ángel Ramírez inicia en enero una nueva aventura lejos de España. El entrenador canario, recientemente anunciado como nuevo técnico del Malmö, explica en Radioestadio los motivos de su decisión, impulsada por la "toxicidad" que se vive actualmente en el país, entre otras razones.
Ramírez, que comenzará oficialmente su trabajo el 1 de enero de 2026, afirma que tras su etapa en Zaragoza decidió parar y reflexionar sobre su trayectoria profesional. "Después de Zaragoza decidí tomarme un tiempo, ver qué podía hacer mejor y dónde podía encontrar un contexto que me ayudara a ser mejor entrenador". En ese camino apareció el Malmö, un club al que ya había seguido y que encajaba con lo que buscaba: estabilidad, ambición y tiempo. "Quería vivir la experiencia de un sitio donde tuviera un poco más de estabilidad, que no hubiera tantas urgencias y que los entrenadores estuvieran un poco más en el cargo".
El técnico canario nunca había estado en Escandinavia antes de esta experiencia, pero se muestra ilusionado para lo que viene: "Me motiva conocer nuevas culturas, nuevas personas y un nuevo idioma", afirma, destacando además la calidez con la que ha sido recibido en Suecia: "Han sido muy cariñosos y respetuosos conmigo".
Huir de la toxicidad
Uno de los momentos más importantes de la conversación se centra en la situación del entrenador en España. Según apunta, Ramírez asegura que "la figura del entrenador se ha ido deteriorando en los últimos años". En su opinión, el entorno es cada vez más hostil. "Hay una toxicidad muy grande, se busca lo negativo, el amarillismo, el desprestigio y la falta de respeto", señala. Para él, actualmente el fútbol se ha convertido en un circo romano. Sin embargo, insiste en que "en otros países hay más respeto y más tolerancia", algo que también formó parte de su decisión de salir de España.
Sobre su etapa en Zaragoza, el técnico ha optado por la sinceridad y no maquillar sus palabras: "Es un entorno muy complicado, muy hostil. No solo lo viví yo, todos los que pasan por allí coinciden en lo mismo", sentencia. Admite que entrenar en contextos así "no es agradable".
