El nacionalismo se impone en las elecciones vascas. El PNV mantiene el primer puesto en las elecciones a pesar de perder votos y Bildu confirma su ascenso celebrándolo con gritos de independencia. La diferencia entre ambos partidos es que los primeros hicieron el amago del "estado libre asociado de Ibarretxe" y al ser tumbado volvieron a la oficialidad mientras los segundos aspiran, como su padrino en campaña, Pere Aragonès, a romper con España.
Ahora la incógnita es saber hasta qué punto el PNV está dispuesto a competir con Bildu en radicalidad para no dejarse robar más espacio electoral. Porque hasta ahora sólo los herederos de Sabino Arana agitaban el árbol en Madrid para recoger las nueces pero ahora compiten con los de Arnaldo Otegi.
Ambos ambicionan, como lo hicieron Esquerra y Junts en Cataluña, el papel de ser el que más apriete a Pedro Sánchez en Madrid, para conseguir, poco a poco, que todo lo español pinte cada vez menos en Euskadi.
