Dada la costumbre tan extendida de errar en pronósticos y cifras en los tiempos de crisis, lo pondremos en cuarentena. Para bien o para mal. Que no estamos en nuestro mejor momento es evidente, pero si la Comisión reconoce que en estas previsiones no ha tenido en cuenta nuestras reformas y sus efectos... ni las nuestras, ni las de ningún país. ¿con qué fuerza moral puede exigir más ajustes?