OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El náufrago Puigdemont se puso a negociar el tamaño del flotador queles están ofreciendo"

Decíamos ayer. Que o elecciones o 155. Puigdemont, o quien quiera que tome ya las decisiones en el govern de pollos sin cabeza, aún está a tiempo de elegir. Ni siquiera puede considerarse un dilema. O elecciones para renovar el Parlamento —y retirarse discretamente a su casa para no volver a salir de allí nunca— o 155, cese en el cargo y a su casa también, vista la miopía gigantesca y la ineptitud creciente que ha demostrado. A su casa, salvo que antes persevere en su pretensión de proclamar la República Catalana y, entonces, acabe en prisión por rebelión consumada.