Rafa Latorre comenta en Más de uno la decisión del presidente del Partido Popular de abandonar el edificio de Génova 13 de Madrid. Asegura que "la casa se fue llenando de fantasmas. Llenando hasta los topes. Vivían allí los fantasmas hacinados, como en un piso patera". Y recuerda que "cuando estalló el caso Púnica se señaló el hito de que ya cada planta de las siete del edificio estaba siendo investigada por algún delito".
Además, el periodista lo compara con el subgénero del cine de terror de la casa encantada, "las tramas de siempre arrastraban un problema y era el estupor del espectador, que cuando se desataba la actividad paranormal se preguntaba: ¿pero por qué no se va esta familia de allí?".
También se ha comprobado por estas películas, que hay veces que "los fantasmas no están anclados a un lugar y que si se encaprichan con alguien lo acompañan allí donde vaya, de casa en casa". Por lo que cree que "esta nueva lógica complica la operación del Partido Popular, que sin duda ha abrazado la épica de la casa encantada como solución a sus presentes problemas".
Concluye por lo tanto, Latorre diciendo que "la corrupción nunca se ha castigado en España con la contundencia que quizás merezca y que desde luego ahora le atribuye el Partido Popular. No es así. A ver si el problema es que en lugar de huir de los fantasmas, están persiguiéndolos".
