Teoría y práctica de la corrupción. Hoy, con su permiso, cedo la palabra al presidente del Gobierno. Hace hoy siete años y doce días, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, 46 años, subió a la tribuna del Congreso de los Diputados para proponerse como presidente del gobierno con este argumento principal: la corrupción disuelve la confianza en los gobernantes y debilita a las instituciones. Su gobierno, asqueado por la corrupción, se ocuparía de hacer limpieza y dar ejemplo.
En aquel momento, verano de 2018, Koldo García Izaguirre llevaba ya un año empleado en la sede central del PSOE en Madrid. Lo había contratado como conductor el secretario de coordinación territorial, de nombre Santos Cerdán, para ponerse a las órdenes de él y de su superior inmediato, el secretario de organización -o capataz- del PSOE, José Luis Ábalos.
Para cuando Sánchez pedía al Congreso su confianza para limpiar España, Cerdán y Koldo llevaban ya tres años, quizá cuatro -según la UCO- coordinados para aprovechar su influencia política en Navarra para sacarle dinero a empresas constructoras. Cerdán era un peso pesado del PSOE navarro y Koldo, su chico para todo -cobros en metálico incluidos-.
Cuando en 2017 Cerdán, con nuevo cargo en Madrid, tira de Koldo, ambos trasladan su modo de operar -según describe la UCO- de Pamplona a la capital. De la sede local a la sede nacional. Y cuando a comienzos de 2018 la relación entre Ábalos y Koldo se estrecha -hay sintonía, se entienden, hablan el mismo idioma-, el triángulo queda forjado.
Tres astillas del mismo palo a solo unos meses de que su partido conquiste el gobierno de España. Y a solo unos meses de que su líder, y superior orgánico de todos ellos, Pedro Sánchez, distinga a Ábalos con el ministerio que más presupuesto público maneja para la construcción de obra pública: Fomento.
Pocas semanas después de empezar a compaginar la gestión del ministerio con la gestión del partido, Ábalos conocerá a Víctor de Aldama, introducido por Koldo, y tejerá con él una relación provechosa que, con el tiempo, y cuanto todo se destape, lo llevará a estar procesado por corrupción en el Supremo. Con Koldo, con Aldama y, próximamente, con Santos Cerdán. El presidente predicaba contra la corrupción mientras en su entorno directo, directísimo, florecían quienes iban haciendo caja. Presuntamente. Y el presidente, en Babia. Desde 2018 hasta ayer.
El presidente predicaba contra la corrupción mientras en su entorno directo, florecían quienes iban haciendo caja
Ha tenido que llegar la UCO para revelarle al presidente, y líder del PSOE, que los dos secretarios de organización que ha tenido en ocho años, los dos, estaban corrompidos. Presuntamente. Ha tenido que venir la UCO a descubrirle al presidente que tuvo la pésima fortuna de encomendar el día a día de su partido a dos personas corruptas. Dos y media, si contamos a Koldo, el hombre contrariado que, con sus grabaciones, ha arrinconado a Sánchez en su peor crisis reputacional desde que llegó a la presidencia.
Debería agradecerle a la UCO que le haya abierto los ojos en lugar de permitir que personas de su actual entorno sigan alimentando la campaña de descrédito contra los investigadores. Koldo se puso a grabar conversaciones con Cerdán sin advertirle y este rajó como un pichón. Hay transcripciones de las que uno ya nunca regresa. Hay conversaciones que no admiten enmienda.
Cerdán-Ábalos-Koldo aparecen como tres personas con gran confianza entre ellas que hablan con naturalidad de adjudicaciones de obras y de repartir dinero. Un grupo organizado, o en expresión del Código Penal, una organización criminal. Presuntamente.
-Esto que le dice Koldo a Ábalos: "Lo tuyo es un juego de niños comparado con Santos, hay cosas mucho más graves en lo que ha hecho él".
-Esto que le dice Koldo a Santos: "Sé que el presidente dijo que yo era un corrupto y que me quería muerto".
-Esto que le dice Santos a Koldo: "Apunta como que han votado esos dos sin que te vea nadie y metes dos papeletas".
Hay números que uno arrastra ya consigo para siempre. Y el de Cerdán es 620.000. El cálculo de las mordidas que gestionó -o sea, repartió entre ellos- el secretario de organización pagadas por Acciona por cinco licitaciones de Adif y la Dirección General de Carreteras (no sé si el ministro Puente, tan dado a fiscalizar los listados que entregó Aldama se ha ocupado ya de estos).
Víctor de Aldama, desacreditado por ministros y portavoces varios como fabulador, mentiroso compulsivo, acusador sin pruebas, sólo le imputó a Cerdán haber recibido un sobre con quince mil euros. Viendo los quinientos folios del informe de ayer, casi parece una broma.
Elevemos hoy una plegaria por tanto ministro y tanto dirigente afín que ayer perdió, abrasada, una mano. O las dos. Elevemos una plegaria por tanto ex amigo (o amiga) de Cerdán que ayer se declaró estupefacto al comprobar que todo lo que se negaban a creer era exactamente como parecía. Cuántas veces no se nos dijo "nada puede encontrarse porque nada hay". "Nada será probado porque nada, nunca, sucedió". ¿Y ahora qué hacemos?
Cada vez que Rajoy dijo "la corrupción es de Bárcenas, no del partido", el PSOE repuso, con razón, que Bárcenas no iba a Génova de visita: era el tesorero y por ser el tesorero pudo hacer dinero ilícitamente, cómo se iba a separar al tesorero del partido. Cerdán, y Ábalos, eran bastante más que un tesorero. Eran los delegados de Sánchez para la gestión total del partido. Ayer se esforzaron poco los escritores del presidente. Le copiaron el discurso a Mariano Rajoy.
A José Luis Ábalos le exigió Sánchez la retirada por haber elegido como lugarteniente al inefable Koldo García Izaguirre. Ábalos era responsable de haber elegido mal, de haber confiado en quien no debió, de haber dejado hacer por pasividad o por ignorancia. Quien eligió a Ábalos como lugarteniente y capataz en el partido fue Sánchez. Quien eligió a Cerdán como capataz suplente fue Sánchez. Pero a Sánchez no se le pasa por la cabeza pedirse la retirada a sí mismo. ¿Qué responsabilidad asume usted?, le preguntó ayer el periodista Garea.
Quien eligió a Cerdán como capataz suplente fue Sánchez
El líder supremo pide perdón. Él, que exigió a los demás que se disculparan con los injustamente difamados, ha tenido que disculparse por no haber querido ver lo que había. Ni ver, ni indagar, ni examinar. Ha acabado ocurriendo que quien fue injusto con los medios que venían publicando todo esto que ahora se confirma fue el presidente.
Pseudomedios, los llamó; tabloides, los llamó; esparcidores de bulos, los llamó. Dado que era él quien atribuía veracidad a las justificaciones de Cerdán y ahora ya se la niega, aceptará el presidente que, en adelante, sea puesta en cuarentena su convicción cada vez que proclama la inocencia o la culpabilidad de alguien. A Sánchez le brotaban los corruptos a sus pies pero él nunca fue consciente de ello. Qué cosas.
No habrá moción de censura porque ninguno de los grupos que lo invistió tiene el menor deseo de investir a Feijoo. Pero sí podría haber habido cuestión de confianza si el presidente se tomara en serio su propio discurso ---y su tremenda aflicción de ayer--- y accediera a que el Parlamento debatiera si su permanencia en el cargo está justificada.
Es una potestad del gobierno presentarla y sólo del gobierno, ya lo sabemos, pero dado que no tuvo inconveniente en admitir la oportunidad de ese debate cuando Puigdemont se lo exigió ---siempre Puigdemont--- no habría de resultarle descabellado preguntar a los diputados que lo hicieron presidente si, ahora que están al tanto de la corrupción, siguen depositando en él su confianza. Podemos, incluido. Compromís, incluido. El PNV, incluido. Y una pregunta tonta: ¿tiene algo que decir el PSC?
Si de alguien va todo esto es del Partido Socialista. Y de su líder. De quién, si no, va a ir.
Se confirma el teorema Tezanos de Mileto
En la semana en que ha caído el capataz del PSOE por corrupción ---presunta---, Tezanos eleva la ventaja del PSOE sobre el PP a siete puntos como siete pecados capitales. Se confirma el teorema Tezanos de Mileto: a más escándalos del partido del gobierno, mayor intención de voto.
El sondeo se hizo la semana pasada. En los días de gloria de las 'leires' y los 'dolsets', Tezanos escogió preguntar a los españoles… por el festival de Eurovisión. Le urgía saber qué piensa el personal sobre el televoto. No es una broma. Es la utilización arbitraria del dinero público.
En días como este, cuando el secretario de organización del partido del gobierno dimite a sabiendas de que será imputado en el Supremo (segundo secretario de organización en este mismo estado procesal); en días como este, cuando la policía judicial describe cómo un grupo organizado de presuntos corruptos anidó en el corazón mismo del gobierno de Sánchez sus tres primeros años y ha anidado en el corazón mismo del partido del gobierno hasta ayer mismo; en días como este, cuando tantos ministros y oficiales del sanchismo pierden, por abrasamiento, sus manos, y el CIS lo que pierde es pie por obra y gracia de Tezanos; en días como este se revalorizan los resentidos, que diría Oscar Puente. Aquellos militantes socialistas que, apreciando a su partido, han mantenido su capacidad crítica, han conservado sus ideas propias y su criterio, y han dicho en público algo tan revolucionario como que las 'leires', los 'dolsets', las grabaciones 'villarejas' y las mordidas por adjudicaciones constituyen todo que a un militante del partido ha de producirle vergüenza.
Los resentidos han mostrado más aprecio a su partido que el coro de papagayos dispuesto a camuflar, justificar, diluir o relativizar cualquier hecho sólo porque así lo decreta el líder. Hasta llegar a proclamar que el informe de la UCO sobre Cerdán no existía. Os resentidos. Eduardo Madina ha hecho más por el PSOE en un solo día que la cohorte de aplaudidores, aduladores, conversos y 'bienpagaos' en los últimos siete años.
