OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El silencio de los barones es la pieza que no encaja en el puzzle de Sánchez"

Corría el año de 1766 cuando John Spilsbury, segundo de los tres hijos de Thomas Spilsbury, terminó de pintar el mapa de las naciones europeas en un tablero de madera y agarró la sierra de calar para ir cortando, siguiendo la línea de la fronteras, cada nación en una pieza. Así se podían desordenar luego y entregárselas a los chavales que estudiaban geografía para que, colocando cada pieza en su sitio, se aprendieran el mapa europeo. John Spilsbury era cartógrafo y grabador, pero aquel día empezó a pasar a la historia como el creador de los rompecabezas. O por su nombre en inglés, los puzzles.

ondacero.es

Madrid | 21.01.2016 08:09

Doscientos cincuenta años después —y para celebrar este aniversario— España sigue minuto a minuto las noticias de su nuevo mapa político tratando de saber si acabarán encajando todas las piezas. El viernes concluye la primera tanda de episodios, cuando el rey escuche al último de sus interlocutores, Mariano Rajoy, y comunique a Patxi López su primera impresión sobre la investidura. Y a lo largo de esta semana hemos ido conociendo, cada mañana en este programa, las piezas que tiene el puzzle.

Se las recuerdo. Primero, las que han ido encajando y luego, alguna que encaja menos.

• Tomás de la Quadra Salcedo, ex presidente del Consejo de Estado, nos explicó a principios de semana que el rey no tiene obligación de proponer al señor Rajoy. Ni siquiera tiene obligación de proponer YA un candidato al Parlamento. No hay plazo. Y no tiene por qué ser el líder del partido más votado. Consulta para saber qué harían los partidos. Si hay un candidato que tiene más apoyos que otro, es a éste a quien debe proponer. Aunque no haya ganado las elecciones.

• Con Juan Carlos Girauta, de C’s, estuvimos hablando de la posición de su partido. Recuerden lo que nos dijo: que a Rajoy lo ven noqueado. Que no alcanzar a entender por qué el presidente no mueve ficha (o sí lo entienden, porque quiere ir a elecciones de nuevo) y que admiten que Sánchez va superando obstáculos día a día. ¿Apoyaría entonces C’s una investidura de Sánchez? No, si ésta es fruto de un acuerdo con quienes quieren autodeterminación en Cataluña. Es decir, que sólo si Podemos se olvidara del derecho a decidir vería posible C’s facilitar esa investidura. La famosa línea roja.

• Con Irene Montero, la portavoz adjunta de Podemos, hablamos el miércoles. Le dio mucha cera al PSOE por sus pactos en la mesa del Congreso, el búnker, lo viejo y todo el surtido de eslóganes de la factoría morada pero…están dispuestos a negociar una investidura si Sánchez presenta un programa suficientemente de izquierdas. Eso, y el reconocimiento de que Iglesias habla sólo por Podemos. Por las franquicias territoriales hablan sus portavoces respectivos.

• Así llegamos a Baldoví, el de Compromís, otra declaración relevante que escucharon ustedes aquí esta semana los primeros: el referéndum en Cataluña a ellos ni les va ni les viene. No entra en su pliego de exigencias. Y aquellas que plantean —derogar leyes del PP, mejorar la financiación autonómica— son todas asumibles para el PSOE.

• Alberto Garzón, IU, le dijo al rey que Rajoy no y que Sánchez, puede. Homs, el de Convergencia, le dijo lo mismo. Aitor Esteban, del PNV, le dijo lo mismo. Rufián, el de Esquerra, le habría dicho también lo mismo de no haberse escaqueado de la ronda en Zarzuela. Rivera le dirá hoy que, por lo que él sabe, Rajoy no sale y Sánchez quién sabe.

Con este puzzle a medio terminar, el rey recibe entre hoy y mañana a los dirigentes principales.

Don Felipe sabe que Sánchez tiene opciones de armar un acuerdo suficiente y Rajoy no. Pero lo que él va a valorar es qué apoyos seguros tiene cada candidato antes de proponer uno, no qué hipotéticos respaldos podría llegar a conseguir en una negociación que aún no se ha producido. Los números seguros dicen que Rajoy tiene 122 síes y Sánchez, 90. Eso le da al monarca tanto para proponer a Rajoy, aun sabiendo los dos que no sale, como para aplazar la decisión e instar a los partidos a que sigan hablando entre ellos. O…última opción que el PP no ve tampoco con malos ojos, que el rey proponga a Sánchez y que sea éste quien primero se la pegue y quede desactivado. El orden de los factores sí alteraría el producto.

¿Cual es la pieza que no termina de encajar en este puzzle que Pedro Sánchez, concesión a concesión, sigue armando?

El silencio. El silencio y el pronóstico que siguen haciendo veteranos y barones socialistas.

• El silencio de algunas figuras referenciales de ese partido que invitan a pensar que en la operación “Pedro for president” no está dicha aún la última palabra. ¿Qué piensa Felipe, qué dice Rubalcaba, en qué está Zapatero? No se sabe. O se sabe, pero ellos no hablan. Raro sería que no acabara diciendo algo. Si Felipe escribe tribunas en El País analizando la política en Venezuela por qué no escribe sobre la política española. Estando en marcha justo el intento de pacto que él repudió en sus mítines de la campaña electoral, ¿se acuerdan? Leña a Podemos por sus vínculos con Maduro.

Se ponía en pie Luena para ovacionar a Felipe cuando decía esto. Callan los veteranos del partido. Y no hablan mucho más lo barones. Que ésta es la última pieza del puzzle y la que más distorsiona el posible resultado. En público los Page, los Vara, las Díaz, sólo amagan. Repitiendo lo de la línea roja y dando pescozones a Pablo Iglesias por su prepotencia y su arrogancia. Pero en privado lo que dicen es que la investidura de Sánchez no sale, la de Rajoy por supuesto, tampoco, y que habrá un tercer intento con un candidato del PP que no será Rajoy y que seguramente tampoco salga. El pronóstico para ellos sigue siendo el de legislatura abortada y elecciones anticipadas. ¿Por qué están tan seguros de que Sánchez, en este tiempo, no será presidente? Porque no ven que el pacto con Podemos pueda llegar a sustanciarse. Y aquí viene la última pregunta: ¿no se sustanciará porque Podemos no querrá o porque desde dentro el PSOE se torpedee?

Para que un puzzle quede rematado, como dejó establecido hace 250 años John Spilsbury, tiene que colocarse la última pieza. Y por algún motivo veteranos y barones socialistas dan por hecho que ésa no llega.