Monólogo de Alsina

Alsina critica la estrategia de Sánchez: "Ferraz se declara herméticamente inmune al desastre del socialismo extremeño"

Carlos Alsina ha reflexionado sobre la estrategia de Pedro Sánchez y el PSOE tras el batacazo electoral de los socialistas en Extremadura.

Carlos Alsina

Madrid |

Monólogo de Alsina, en Más de uno

Morgan Robertson se hizo escritor porque era corto de vista. Se dedicó a tallar joyas cuando sus problemas de visión le animaron a dedicarse a una actividad que requiriera de menor precisión visual, tener menos ojo. Como antes de joyero había sido marino mercante, se lanzó a escribir historias de barcos. Imaginó un trasatlántico de tres hélices, con capacidad para más de dos mil pasajeros, cruzando el Atlántico de Nueva York al Reino Unido. La embarcación más grande creada por el hombre, inmune a las tormentas y las mareas, insumergible. La llamó Titán.

Imaginó al vigía gritando, de noche y en medio de la niebla: '¡Hielo, hielo a la vista!' El capitán accionó la palanca para modificar el rumbo, pero cinco segundos más tarde, escribió Robertson, 'la proa del Titán empezó a elevarse y a ambos lados pudo verse un iceberg de treinta metros de altura'.

'Cesó la música en el teatro silenciada por el ruido ensordecedor del metal chocando contra el hielo. Los pernos que sujetaban las doce calderas se partieron. En la cubierta superior se doblaron los pescantes, los botes quedaron destrozados, el hielo devoró los últimos puntales del puente y el barco no fue más que una mancha en la blanca niebla. El invencible Titán había sido engullido por el mar y apenas ocho o diez personas pataleaban en el agua, desesperadas por flotar entre los restos del naufragio'.

Este texto fue escrito en 1898. Catorce después, se hundió el Titanic. Al escritor corto de vista lo acusaron de ser adivino, sin duda había estado en tratos con el diablo y eso le había permitido presagiar la pavorosa tragedia. Él se defendió: 'Ni adivino ni leches', vino a decir, en inglés, 'neither adivino mi milks', lo que soy es marino. Marino con experiencia y conocimiento suficiente como para poder aventurar cómo sería el hundimiento de un trasatlántico mucho antes de que éste se hubiera producido. Prueba de que el hombre sabía de lo que hablaba es que se le atribuye a él la invención del periscopio.

Ah, su novela la tituló 'Futilidad'. Quizá no era un título muy atractivo así que lo completó: 'Futilidad, el hundimiento del Titán'. Interesante elección: futilidad. La intrascendencia. La nimiedad. La trivialidad. O cómo caer en la tentación de quitarle importancia al iceberg que cualquiera con un poco de vista habría identificado como aviso a navegantes de que el trasatlántico avanza rumbo al naufragio.

Hablemos, en homenaje a Morgan Robertson, de la futilidad.

Tuvo la oportunidad de renunciar al escaño como prueba de que no está apegado al aforamiento pero también la dejó pasar

En el papel menos apetecible de su vida, la actriz novel Montse Mínguez, (en realidad, dirigente del PSOE elevada a la condición de portavoz del partido cuando cayó Cerdán), intentó reducir el hundimiento de su marca política en Extremadura a un fenómeno local intrascendente, un contratiempo de nada, un resbalón sin mayor consecuencia. Tan meritorio ha sido el papel del candidato Gallardo que no ha habido una sola voz que le haya pedido que se quede.

Tuvo el candidato imposible la oportunidad de dimitir sin atenuantes la misma noche del domingo pero la dejó pasar. Esperó a que se reuniera ayer la dirección regional de su partido para hacerlo a puerta cerrada; el domingo se conformó con dolerse de que se hubieran celebrado unas elecciones que le venían mal. Tuvo la oportunidad de renunciar al escaño como prueba de que no está apegado al aforamiento pero también la dejó pasar. De hecho, aspira a que el PSOE lo lidere otro mientras él permanece aforado. Y permanece, entiéndame, no porque él se aferre a nada, que no es eso, es que nadie en su partido se lo ha pedido.

Gallardo tiene respuesta para todo. Para todo menos para la pregunta esencial, que es cómo ha podido pasar que el PSOE caiga del 40% al 26% en dos años, cómo explica que el PSOE haya sido superado por Vox en Badajoz, la ciudad más habitada de Extremadura. Se personó Rodríguez Ibarra en la ejecutiva para intentar abrir un debate que en otro tiempo habría sido visto como muy razonable: si no conviene al PSOE, visto lo visto, ofrecerle al PP una negociación para facilitar la única investidura posible, que es Guardiola, pero poniéndole condiciones que la comprometan a hacer políticas más parecidas a las que haría el PSOE que más parecidas a lo que ansía Vox.

En otros tiempos habría sido un debate previsible, hoy no habrá ni debate porque en el socialismo hegemónico algo así se recibe como la marcianada de un señor mayor, bien poco sanchista, que total, sólo ganó las elecciones tropecientas veces. Una cosa es que te usen como reclamo en la campaña y otra que verdad vayan a tomarte en serio, Juan Carlos.

Ferraz se declara herméticamente inmune al desastre del socialismo extremeño

Ferraz se declara herméticamente inmune al desastre del socialismo extremeño. Lo ha dicho la portavoz Mínguez: el sanchismo está más fuerte que nunca. Lástima que no ofreciera un solo dato que permita sostener afirmación tan inexacta, por no decir tan abiertamente falsa. Nadie, ni siquiera en el entorno inmediato del presidente encapsulado, se atreve a decir en serio que el sanchismo esté mejor que nunca. Lo más que dicen es que está. Y que aspira, como Gallardo, a permanecer de una manera o de otra.

El trasatlántico se proclama insumergible mientras va perdiendo la cuenta de las vías de agua que tiene abiertas. El día siguiente al hundimiento de su barco en Extremadura, el capitán Sánchez, fingidamente ajeno, y sin orquesta, interpretó en el plasma de la Moncloa un sentido solo de violín.

Tocó el violín el amo del barco mientras deslizaba uno de sus legendarios pronósticos. Del autor de gobernaremos Extremadura...llega ahora 'Pilar Alegría será la próxima presidenta de los aragoneses'.

Altas responsabilidades que le esperan. Según las encuestas, liderar la oposición que, en realidad, lidera desde la Moncloa también Sánchez.

Page pide terminar con el autoengaño

En favor del presidente y su reacción silente al voto de los extremeños -total, sólo era Extremadura- no se ha escuchado más voz que la del sanchismo. El único socialista que aún consigue mayorías absolutas, o sea, Page, ha pedido terminar ya con el autoengaño.

El socio del gobierno, Izquierda Unida, ve al presidente parado y sin iniciativa.

El aliado del Gobierno, Esquerra Republicana, le censura por ignorar lo ocurrido y seguir abrazado al discurso de ay que viene la derecha. Y el ex socio (y ex gobierno) que es Podemos le tacha ya de fábrica de ultraderechistas.

Vox ya creció bastante estando Podemos en el gobierno y predicando Podemos cada día contra el peligro de la ultraderecha, pero ahora toca decir que el fabricante de ultraderechistas es el gobierno.

El patrón de conducta del presidente, en realidad, siempre es el mismo. En 2015 encajó un pésimo resultado en las urnas y su respuesta fue reivindicarse como necesario para encarar la amenaza que afrontaba no sólo España sino el conjunto de Europa, un fenómeno que recorría el mundo y que explicaba que el PSOE sufriera en las urnas. Dices: ¿la ultraderecha, hace diez años ya advertía contra la ultraderecha? Nada de eso. Hace diez años el gran peligro para Europa, y para los españoles, no era el fascismo sino ¡el populismo! Que era como Sánchez llamaba a Podemos y a los nacionalismos antes de encamarse con ambos. El populismo de izquierdas y el populismo nacionalista. Los venció abrazándolos como socios necesarios para alcanzar él el gobierno. Palabra de Just Peter en su 'Manual de resistencia'. 'Tenemos que comprender las razones de quienes se sienten defraudados por los políticos incapaces o corruptos antes de que los ciudadanos se echen definitivamente en brazos del populismo'.

La tristemente célebre orquesta del Titanic se veía a sí misma como un conjunto heroico, aguantando el tirón mientras el barco se partía en dos, acompañando con su música el trasiego de los pasajeros subiéndose a los botes salvavidas. Con el paso del tiempo, y más que heroica, la orquesta del Titanic quedó como símbolo de aquellos que no quieren enterarse de lo que está ocurriendo bajo sus pies, aquellos que mientras todo se hunde sigue tocando el violín en lugar de echar un cable a quienes aún pueden salvarse.