Ayer murieron en España siete mujeres de forma trágica. Bueno, es más trágico aún. Eran cuatro mujeres, dos niñas de cinco añitos y una de diez. Un bebé ha desaparecido y hay varios niños más en estado grave en hospitales de Tenerife y El Hierro.
En su cayuco viajaban unas 150 personas. Volcó cuando apenas faltaban cinco metros para tocar tierra firme. Un oso de peluche se quedó flotando en el muelle de La Restinga después de la tragedia.
Las cámaras de la tele canaria han filmado la angustia y desesperación de estas personas que llevaban 2.000 kilómetros de travesía cuando volcó su barcaza. Dicen que salieron el 18 de mayo de Guinea. Diez días después naufragaban en La Restinga. Durante el rescate, mientras buzos, cooperantes, rescatistas y vecinos buscaban en el caos más víctimas del naufragio, flotaban una pequeña mochila blanca, y una chaqueta de bebé violeta y rosa. En el cayuco viajaban al menos otros 20 niños.
A los que han sobrevivido no tardaremos en llamarlos menas a la espera de acogida. Pero son niños, niños que viajaban solos y acaban de sobrevivir a un naufragio. Otro.
Agus Morales, el director de la revista 5W, me hizo ver el el otro día la cantidad de metáforas hidráulicas que utilizamos con la inmigración: palabras como ‘aluvión’ o ‘flujos’. Las metáforas del agua están por todas partes: ‘migración por goteo’ para fenómenos migratorios. ‘Frontera porosa’, ‘oleada migratoria’, hablamos de la migración también en términos de ‘inundación’ y ‘contención’.
Las metáforas hidráulicas conforman una manera de ver el mundo. Una que habla de personas en tránsito como sustancia peligrosa. Y distingue con claridad los contenedores de las sustancias contenidas, las personas y las fronteras. Nosotros y ellos. La tranquilidad y el problema.
Las metáforas del agua están por todas partes al hablar de migración. Pero, en esta tragedia de Canarias, ‘naufragio’ no es una metáfora. Son niñas ahogándose. Cuatro mujeres y tres niñas entre 5 y 10 años han muerto ayer en España. A solo cinco metros de tocar tierra firme.
¿Moraleja?
No son una oleada, son niñas ahogadas.
