LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Alvise dijo que venía a la política a destruir el sistema y lo que quería era forrarse con criptomonedas"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre el escándalo que rodea a Alvise Pérez al respecto de un posible delito de financiación ilegal por negocios con las criptomonedas para financiar su campaña en las elecciones europeas.

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Marta García Aller

Madrid |

Alvise Pérez fue una de las grandes sorpresas de las elecciones europeas. Un partido que parecía salir de la nada consiguió 800.000 votantes en tiempo récord (la mayoría hombres jóvenes). Ahora sabemos que lo hizo con mucho dinero. Mucho . Como el partido, su financiación parecía haber salido de la nada, pero vamos empezando a conocer quién le pagaba la fiesta al tal Alvise. El eurodiputado puede acabar imputado en el Tribunal Supremo por un delito de financiación ilegal por chanchullos con criptomonedas. A los tres meses de llegar a la política. Esto sí que es un récord.

Un empresario ha denunciado que entregó 100.000 euros en mano al ahora eurodiputado. El empresario en cuestión tenía un chiringuito de criptomonedas. Por nuevo que suene se parece muchísimo a la política más corrupta de siempre. La del político que le promete favores al empresario a cambio de dinero negro. Presuntamente.

Como la mayoría de votantes de Alvise tiene menos de 24 años no sé si les sonará la Gürtel. Y sus votantes menores de 44, que también tiene muchos Alvise, no sé si recordarán Filesa. Pero vamos, que ganarse el favor de un empresario prometiéndole favores e influencia a un político… muy nuevo no es. Los millones de Filesa se cobraban en pesetas, los de la Gürtel en euros y los de Alvise en criptomonedas. Con criptomonedas es más difícil asar una vaca, pero es lo mismo.

A juzgar por los mensajes que ya están en manos de la Fiscalía del Supremo, el empresario le dio 100.000 euros en metálico en plena campaña y Alvise le prometió, a lo Tito Berni, que le conseguiría leyes y favores con su influencia. Vamos, lo de siempre pero en vez de con empresarios de la construcción con un chiringuito de criptomonedas. Chiringuito que, por cierto, prometía beneficios del 50% y ha cerrado de forma repentina dejando sin nada a sus 3.000 inversores. Algunos ya lo han denunciado estafa piramidal. Pero el dinero no se devuelve, los votos, tampoco.

¿Moraleja?

Alvise dijo que venía a la política a destruir el sistema y lo que quería era forrarse con criptomonedas.