La primera de la mañana

Marta García Aller reflexiona sobre los resultados en Extremadura: "Mientras el PSOE presume de dique contra la ultraderecha deja la izquierda cada vez más maltrecha"

Marta García Aller ha analizado la posición del PSOE tras los resultados de las elecciones en Extremadura mientras Vox duplica sus escaños.

Marta García Aller

Madrid |

Marta García Aller

Otro imputado en el PSOE. Bueno, este estaba ya procesado, pero vuelve a ser imputado. Miguel Ángel Gallardo, el gran derrotado en Extremadura, es al que su partido le imputa toda la responsabilidad de la derrota. Ya puede sumar esa imputación, la de todos los males del PSOE, a la de tráfico de influencias y malversación que llevaba puesta.

Al final Gallardo ha dimitido pero solo un poco, lo justo para seguir aforado y cobrando su nómina. Solo dimite de secretario general extremeño. Una gestora asumirá el descontrol del PSOE. Así Gallardo seguirá con su acta de diputado cuando en mayo le toque sentarse en el banquillo del juicio sobre el enchufe al hermano de Pedro Sánchez. Salió la noche electoral a decir que había que asumir responsabilidades, algunas, pero de dignidad, es cierto, no dijo nada.

En Ferraz y en Moncloa insisten ahora en lo mal candidato que era. Acaban de percatarse de ello. Como si no hubieran defendido que llevar un imputado era buena idea, que movilizaría por la presunta injusticia que era su procesamiento. Y mira, no.

Insisten también en que si el PSOE ha perdido una decena de escaños allí donde su partido había gobernado 36 años, si la izquierda se desmoviliza y ni tapándose la nariz le compensa votar al único partido capaz de evitar que gobierne la derecha contra la ultraderecha, es todo culpa de Gallardo.

¿Sánchez? Lo está haciendo todo bien, según Ferraz. En la desmovilización de la izquierda, no tiene nada que ver. ¿Y la corrupción? Nada. ¿La amnistía? Nah. ¿La financiación singular? ¿La falta de infraestructuras? Qué va a tener que ver todo eso con el hombre que lleva casi 8 años gobernando España. Tooodo es culpa de Gallardo. Y del PP.

Y mientras Vox duplica sus escaños, desde Moncloa defienden que Sánchez es el dique de contención de la extrema derecha. Que lo que ha pasado en Extremadura, no se repetirá en Aragón, ni en Andalucía ni Castilla y León. Que están más fuerte que nunca. Sí, en serio. Eso dicen.

¿Moraleja?

Mientras presume de dique contra la ultraderecha deja la izquierda cada vez más maltrecha.