La primera de la mañanaa

Marta García Aller analiza la comparecencia de Santos Cerdán en el Senado: "Lo niega todo, incluso la verdad"

La periodista de Más de uno se ha detenido en la estrategia de defensa del exsecretario de Organización del PSOE en la que echó la culpa de su imputación a un montaje del 'Estado profundo'.

Marta García Aller

Madrid |

Marta García Aller

Ni escoltado por el partido, ni mal acompañado; Ni apretones de manos, ni aplausos al entrar; ni los audios, ni ático, ni Servinabar; Ni mordidas cobradas, ni financiación ilegal, ni primarias trucadas; en la Comisión del Senado, como Sabina en esa canción, Cerdán lo niega todo, incluso la verdad.

Ni ático, ni tarjeta, ni comisiones. Lo que ya no puede negar es lo solo que lo han dejado. Ni un socialista había cuando llegó al Senado. Cerdán lo niega todo. Y dice que de aquellos pactos, estos lodos.

En estas comisiones de investigación, como en las cajas rápidas de los supermercados, tendría que haber un máximo de tres conspiraciones a las que uno se pueda acoger. Con tal de negarlo todo, hasta a sí mismo, Cerdán las mezclaba todas. Anunció que se acogería a su derecho a no declarar, pero sus ganas de hacerse la víctima fueron más fuertes.

Y le echó la culpa de su imputación al "Estado profundo", por haber negociado con Puigdemont y la izquierda abertzale. Todo es falso, todo es una manipulación. Un complot de los jueces, la UCO, la IA. Una conspiración. Y entre el desafío y el rencor a su partido, lo niega todo. Incluso lo que ya ni los suyos se atreven a negar.

El que hasta hace apenas medio año era segundo hombre más poderoso del Partido Socialista después de Pedro Sánchez es hoy un ex preso que puede volver a serlo. El hombre que recorría España nombrando socialistas y se iba a Ginebra a negociar el Gobierno, está solo, en el banquillo, repudiado entre quienes hace unos meses le defendían en esa misma Comisión. Ni le miraban siquiera.

Mucho silencio y mucha mirada perdida. El defenestrado solo fue rotundo para negar la financiación ilegal y para defenderse a sí mismo. Bueno, y a Leire Díez, con quien comparte abogado. No le gusta que la llamen fontanera. Y en eso sí que estuvo acertado Cerdán. Por lo que vamos sabiendo de la trama, la fontanera era mucho más que eso. Aunque si les cuentas su vida, lo nieguen todo.

¿Moraleja?

Va saliendo el lodo,

Y Cerdán, de momento, lo niega todo