Sánchez ha fingido muchas cosas últimamente. Ha fingido apenas conocer a Ábalos, ha fingido haber reaccionado rápido y contundente a las denuncias de acoso en su partido y en Moncloa, finge normalidad parlamentaria, finge estupor por dudar que acabe esta legislatura cuando él mismo no agotó las dos anteriores… Lo que nunca le habíamos visto fingir al presidente es un bostezo.
El presidente se burló así de la prensa por despreciar sus logros. Le molestó al presidente que le preguntaran ayer en rueda de prensa (por más que las ruedas de prensa sean para eso, para preguntar, él las entiende más como monólogo) pues le molestó que le preguntaran si no tenía más, como un mal mago que se enfada cuando el público le ve el truco y se pregunta si eso era todo. ¿No hay más?
Como reacción a la crisis por la corrupción y los casos de acoso en el PSOE, Sánchez anuncia… ¿un abono transportes? Con lo que usted ha sido, presidente. El maestro de los giros de guion y no traía nada más en la chistera de su prematuro balance de año… que un abono transportes. Hombre, siempre puede servir para ir saltando de escándalo en escándalo, de Almussafes a Monforte de Lemos, de Torremolinos a Belalcázar, por un módico precio de 60 euros. Ir a escuchar a las víctimas sale ahora más barato.
El bostezo fingido de Sánchez es muy revelador. Todo lo que no sea aplaudirle, le aburre. Y carga contra la prensa y el fango, un truco muy de 2023, de cuando en los juzgados aún no había pruebas de lo publicado.
¿No tiene más, presidente? Habla como si fueran las tertulias, y no sus socios, los que ven agonizar la legislatura. Podemos da por "muerto" al Gobierno, Urkullu habla de "situación insostenible", sus socios creen que no se puede seguir así… Les da vergüenza tanto victimismo, tanto "y tú más". Dice Rufián, que ya no cuela. Pero Sánchez se finge en forma, convenciéndonos de que terminará la legislatura, como si solo dependiera de él.
¿Moraleja?
Si dudas de su grandeza
el presidente bosteza

