LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Quién iba a decir que la manera de modernizar la monarquía sería un paseo por Chinchón"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' por la visita de la Familia Real a Chinchón durante la Semana Santa y todo lo que implica.

👉 Los Reyes, en la madrugá de Chinchón

Marta García Aller

Madrid | 10.04.2023 07:57

Últimamente hemos visto en el Hola cosas que no imaginábamos. Pero interesante también es todo lo que estamos dejando de ver. No hemos visto este año ni parece que volvamos a ver aquel tradicional posado de la Familia Real el día de Pascua, en la Catedral de Mallorca. En vez de eso, los reyes han visitado por sorpresa este fin de semana la Pasión de Chinchón. Y ver al rey Felipe y la reina Letizia paseando por Chinchón en junto a sus hijas Leonor y Sofía, es un cambio con más enjundia de lo que parece. Un cambio de imagen moderno y audaz.

¿Y dirás que qué hay de audaz en irse a Chinchón? Pues mucho, la verdad. Un paseo por Chinchón acerca más la Familia Real a la gente que ninguna sopa de acelgas, como aquella que les vimos comer en una mesa camilla de Palacio.

Chinchón acerca la familia del jefe de Estado a la gente de manera literal. No se dejaron ver desde un balcón, ni con un aparatoso cordón policial. Paseaban como una familia más. Vale que una familia con escolta, pero sin zona vip. No creo que exista tal cosa en Chinchón.

Irse a Mallorca a dejarse hacer fotos a las puertas de la Catedral tendría glamour en su día. Pero aquellos eran otros tiempos y aquella otra familia real. Acercarse ya no es dejarse ver, sino ir a ver. No es dejarse hacer fotos, sino salir haciéndolas. El rey Felipe y princesa Leonor eran un padre y una hija que se hacían fotos con su móvil, en vez de esperar que sean los fotógrafos del papel cuché los que los inmortalizaran. La prensa, de hecho, no estaba convocada. Era una visita privada sorpresa.

Chinchón es perfecto para marcar distancias con la tradición anterior. Pocas cosas más opuestas a un club náutico que una Semana Santa de pueblo. La Semana Santa media España la ha pasado en su pueblo o dándose una vuelta por alguno cercano. Ir a Chinchón, a 70 kilómetros de Zarzuela, a pasar la tarde, es pasarla con todos aquellos que no han tenido ni el tiempo ni el dinero más que para darse una vuelta.

¿Moraleja?

Quién nos iba a decir que la manera de modernizar esta institución sería un paseo por Chinchón