Lo más parecido a una buena noticia que ha dejado la noche electoral para Pedro Sánchez es que García-Page, el líder que más se distancia de él, haya ganado por mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. Y lo más parecido a una mala noticia que tiene hoy Feijóo es que en Madrid haya arrasado Díaz Ayuso, que también es verso suelto.
Pero la victoria de Ayuso es solo una más y la de Page la única. El PP ha ganado las elecciones del 28-M en casi toda España. Y la debacle en la izquierda es tal que no hay manera de disimularla. Unos comicios municipales y autonómicos suelen permitir que cada uno lea resultados a su manera, poniendo hincapié en sus victorias y quitándole importancia a las del contrario. Esta vez no.
No hay manera de esconder el error de hacer de Sánchez el protagonista de la campaña, en vez de a los líderes regionales. Y esa es la excusa que le queda al presidente para tapar la catástrofe, cargar contra quienes han diseñado la campaña. Echarle la culpa a los ideólogos, como en su día le tocó a Iván Redondo. ‘¿Cómo no me avisáis de lo mal que caigo?’ No sé si será mucho consuelo.
Sánchez se escondió cuando ya era tarde. La noche electoral. Ha estado hasta en la sopa durante la campaña, pero anoche no fue a Ferraz a dar la cara. Ya era tarde para desvincularse del desastre.
El PP ha ganado en 29 capitales, incluidas Valencia y Sevilla. Los socialistas han perdido 15 de las 22 que gobernaban. Y pierden también la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Baleares… Espera, tardamos menos en recordar qué gana: Castilla-La Mancha y Asturias. Y por los pelos.
Y no es poder lo único que ha perdido el PSOE. Ha perdido también el socio a su izquierda. Podemos desaparece. Sale de cinco de los seis gobiernos regionales que tenía. El partido que nació hace ocho años en Madrid sella en Madrid su debacle. También retrocede, y mucho, Colau (bueno, y Compromís y Mas Madrid), que es lo más parecido a medir a Yolanda Díaz en las urnas. Sumar no termina de aparecer y Podemos desaparece. Como Sánchez en la noche electoral.
¿Moraleja?
No hay disimulo para la izquierda, estos resultados son una mierda.