Los cinco mineros que fallecieron en el desastre de la mina asturiana de Degaña el día de ayer —Amadeo Bernabé, David Álvarez, Rubén Souto, Jorga Carro e Iván Radio— eran leoneses. Es por ello que hablamos con Gerardo Álvarez, presidente de la diputación de León.
Gerardo cuenta que hoy es un día muy triste para toda la provincia, y que todos se encuentran en estado de shock desde que les llegó la noticia de lo ocurrido. Desde la institución provincial lo único que está en su mano es tratar de ofrecer todo su apoyo para las familias en todos los ámbitos. Además, quiere aprovechar y dar un mensaje de condolencia en nombre de toda la provincia, porque existe unanimidad en ese sentimiento de dolor y pésame que tienen todos los ciudadanos por el pronto fallecimiento de los mineros, al igual que darle mucho apoyo a todos los que resultaron heridos en el accidente.
Quiero dar un mensaje de condolencia en nombre de toda la provincia, porque existe unanimidad en ese sentimiento de dolor y pésame que tienen todos los ciudadanos por el pronto fallecimiento de los mineros.
El presidente de la diputación apunta que este suceso es una tragedia que creían tener olvidada y pasada, pero que "no por menos repetida, es menos dolorosa".
Todos los heridos en estado graves se encuentran ingresados en hospitales tanto de la provincia de León como de Asturias, lo que supone un hermanamiento entre el principado de Asturias y la provincia de León (lazos que ya se habían formado años atrás por la explotación minera que colinda entre ambos lugares).
También piensa que, con el cierre de las minas habían ganado de evitarse este tipo de tragedias, y apunta las palabras del alcalde de Villablino, Mario Rivas, en La Brújula de Castilla y León donde explicaba el doble desgarro de ver cómo la actividad minera se extingue poco a poco, pero también ver que los lugares donde se sigue practicando se enfrentan a desgracias como estas.
Insiste que la vida tiene que continuar, pero este suceso marca un antes y un después, dado que en la tragedia minera siempre ha habido un antes y un después. Ante la investigación que se acaba de abrir, exige que se encuentre de donde viene esa responsabilidad para que se depure y que las vidas de esas personas no van a volver, pero se debe evitar que esto vuelva a suceder.
La vida de estas personas no va a volver, pero se debe evitar que vuelva a suceder.
Comenta que muchas hipótesis son las que salen ante estas catástrofes, pero que si alguien tiene que valorar lo ocurrido son los técnicos, pero que debe tomarse una responsabilidad por lo pasado. Y que, si para algo debe servir es para mejorar las condiciones de trabajo de los mineros para el futuro.
