Más de 23.000 inmigrantes han llegado a Canarias en lo que va de año, un 80% más que el año pasado. A la pequeña isla de El Hierro, de 11.000 habitantes, más de 9.000 en el último mes. Este lunes alcanzaron el puerto de La Restinga los últimos cayucos, uno con 209 personas a bordo y otro con 127. Los centros de acogida ya han confesado estar desbordados
Alpidio Armas, presidente del Cabildo de El Hierro, confiesa que la situación que están viviendo es "algo inaudito" y a lo que no están acostumbrados. "Hay veces en las que el 10% de la población es gente que ha llegado en cayucos y pateras", comenta. Explica Armas que intentan atender a las personas que llegan "con la mejor de las voluntades, solidaridad, empatía ganas y cariño". Pero, admite que necesitan que las administraciones superiores, el Gobierno de Canarias y de España, actúen y les apoyen en todo lo que demandan. "Echamos en falta ese grado de solidaridad y empatía", se aqueja el presidente del Cabildo.
Añade que son varias las administraciones que tienen competencia en inmigración, como los ministerios de Interior, el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones o el Gobierno de Canarias. Reclama más medios, sobre todo de "la gente que está en el día a día" como la Cruz Roja o los Cuerpos de Fuerza y Seguridad del Estado. También pide más infraestructuras para darle cobijo a la gente. "No ha sido suficientemente entendido pese a que el otro día estuvo el Ministro de Migraciones".
Critica Armas que el gobierno canario está siendo "más lento y perezoso en las derivaciones". Asimismo, denuncia que no les aportan ninguna información y le exige mayor implicación.
Lo que está pasando en El Hierro nos sobrepasa y nos supera
El herreño fue testigo de la crisis de la inmigración de 2006 y 2008, pero afirma que "no llegaba a los números ni a la intensidad de estos momentos". Admite que "se gestionó de una manera y se derivó con la rapidez que fue necesaria". "Lo que está pasando en El Hierro nos sobrepasa y nos supera", reconoce.
Según explica, la mayoría de las personas que llegan a la isla son de Senegal y el detonante para que cada vez sean más las personas que cruzan el océano ha sido la situación política del país, donde se está produciendo una persecución de la gente que piensa de una manera determinada. "El Hierro es la última oportunidad, si no llegan acaban en medio del atlántico sin posibilidad de supervivencia", explica el presidente del Cabildo.
"El empeoramiento de las condiciones del mar va a suponer que la gente llegue en peores condiciones", comenta. Añade que eran conscientes de que octubre iba a ser un mes de llegadas intenso "porque siempre pasa, el tiempo en propicio para este tipo de navegación".
Concluye reclamándole también a la Unión Europea unas políticas de mejora de las condiciones de vida de la gente de Senegal , porque "este es un problema global que hay que mirar con perspectiva amplia y solucionar en origen".
