EN LA BRÚJULA

El auge de la IA en la creación artística: "Puede lograr la estética, pero la pregunta es qué quieren decir esas obras"

Para ahondar en esta temática, hablamos con Matteo Mancini, director del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid

ondacero.es

Madrid |

El pasado 31 de octubre, la casa de subastas Sotheby's abrió la puja para una obra de arte creada por un robot humanoide a través de inteligencia artificial. La máquina, que está dotada de cámaras en los ojos y un brazo robótico de precisión, utiliza algoritmos que le permiten dibujar y pintar retratos a partir de las imágenes que iba capturando. La obra fue vendida por más de un millón de dólares.

Por otro lado, hace unos días, una reconocida plataforma streaming realizó un estudio para determinar si el público era capaz de distinguir una canción completamente generada por IA de otra creada por personas. El 97% no logró percibir diferencias.

"Para que la IA pueda crear, hay que alimentarla… y el problema es con qué la alimentamos", explica Matteo Mancini, director del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, en La Brújula. Subraya además que, pese a los avances, los algoritmos aún no interpretan correctamente todos los elementos de una imagen. "Son poco hábiles a la hora de comprender qué significa cada componente visual".

Según apunta, la adopción masiva de estas herramientas conlleva un riesgo adicional. "Puede matizarse, y estoy siendo políticamente correcto, la diferencia entre artistas y artesanos", advierte. Mientras algunos creadores integrarán la IA en partes concretas de su proceso, otros podrían usarla para una reproducción serial que desvirtúe el valor de lo único. "Todos tenemos objetos producidos en serie porque son funcionales y bien diseñados. La IA aplicada al arte puede llevarnos a ese mismo escenario", señala.

"La estética puede estar lograda, pero la pregunta es qué quieren decir esas obras", apunta Mancini respecto al papel de la IA en este campo. El arte, explica, funciona gracias al equilibrio entre contenido, forma, mensaje y público. Y ahí es donde duda del alcance real de la IA: "La forma podemos imitarla; el contenido, yo tengo mis dudas; y el público, aún más".