La primera jornada de huelga en la sanidad pública llega después de un proceso algo tortuoso, según reconoce Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). El detonante: el nuevo Estatuto Marco del Personal del Sistema Nacional de Salud que propone el Ministerio, un documento cuya reforma se debate desde hace casi tres años y que acumula más de 60 reuniones sin acuerdo.
Pedrera explica que el actual marco regulatorio homogeneiza a todas las profesiones sanitarias "menos a una, el colectivo médico, al que se regula de forma totalmente distinta". Por ello, reivindica un ámbito propio de negociación, que permita a los facultativos defender directamente sus derechos laborales sin pasar por otros sindicatos "que apenas representan al colectivo".
Jornadas inasumibles
La principal reivindicación gira en torno a la jornada laboral. El secretario general de CESM denuncia que mientras el Estatuto Marco contempla la semana de 37,5 horas para la mayoría de empleados públicos, el personal médico acumula cargas muy superiores: "Hay jornadas de 70, 80 o 90 horas mensuales, incluso más".
Pedrera detalla que una guardia de 24 horas "es una jornada completa sin descanso", y recuerda que en lugares como Ceuta y Melilla hay profesionales que realizan entre ocho y diez cada mes. "Nadie quiere ser atendido por un médico exhausto", subraya, apelando a la comprensión de los pacientes.
Falsa escasez de médicos
Sobre la escasez de médicos, Pedrera rechaza frontalmente el discurso habitual: "En España no faltan médicos; lo que faltan son médicos que quieran trabajar con 60 pacientes al día o con 10 guardias mensuales".
Insiste en que España es el país con más facultades de Medicina por habitante del mundo y uno de los que más graduados produce en la Unión Europea. El problema, afirma, es que las condiciones laborales empujan a los profesionales fuera del sistema público.
El régimen de incompatibilidades también es objeto de crítica. Según Pedrera, el Ministerio plantea restricciones "más severas que las del resto de empleados públicos", lo que dificulta aún más fidelizar a los facultativos.
El cambio de postura en el Ministerio
El secretario general de CESM señala además la contradicción entre el discurso previo de la ministra de Sanidad y su actuación actual: "Solo hay que asomarse a sus redes sociales para ver que defendía exactamente lo mismo que estamos reclamando ahora". A su juicio, ha habido un giro "total" en los postulados de la ministra desde que asumió el cargo.
