Ayer a las 18:00 de la tarde, el Palacio de Buckingham lanzaba un preocupante comunicado sobre el estado de salud de Carlos III: el monarca, que fue coronado hace apenas nueves meses, ha sido diagnosticado de un cáncer detectado durante una intervención destinada a extraer un tumor benigno de la próstata. Varias horas después del comunicado, apenas se conocen más detalles sobre la naturaleza de este cáncer, el tratamiento y el futuro de Carlos III en el cargo.
Para Pilar Eyre, no aclarar la naturaleza de este cáncer es un gran error de comunicación. Si bien le parece un movimiento inteligente anunciar el diagnóstico para evitar la profliferación de rumores, la reserva en torno al tipo de cáncer "ha dado pie a no decir qué tipo de cáncer tiene, a que la gente esté especulando". Cientos de periodistas e internautas ya están elaborando sus propias teorías acerca del tipo de cáncer que Carlos posee, recordando que su abuelo, el rey Jorge, murió de cáncer de pulmón a una edad bastante temprana.
Eyre también considera un error de comunicación no contar de qué enfermedad fue intervenida la princesa heredera Kate Middleton hace unos días, si bien entiende que, por su posición, no tiene que rendir tantas cuentas como el rey Carlos III. Con todo, la periodista afirma que debe tratarse de una dolencia grave, pues la princesa heredera ha permanecido dos semanas en el hospital.
"Las funciones de Carlos también son un poco fruto de la especulación", ha afirmado la periodista. Los medios apuntan a que Carlos se va a apartar de la escena pública y que, durante un período de tiempo indeterminado, ejercerá sus funciones desde su casa campestre en Sandrigham, reuniéndose con el Primer Ministro de forma regular y manteniéndose pendiente al transcurso de la política nacional. Eyre cree que todo indica que esta situación se alargará en el tiempo.
El príncipe de Gales, Guillermo, es el siguiente en la línea sucesoria, y, tras conocer la noticia, ha tenido que regresar en avión del permiso que se había tomado para acompañar a su mujer en su operación. Existe la posibilidad de que el príncipe de Gales tenga que dar un paso adelante, al igual que la reina consorte Camila, que podría llegar a reinar como regente bajo el título de "reina sustituta", llegado el caso.
Eyre también se ha referido a otro de los hijos de Carlos, Harry, que ya no forma parte de la familia real. El jefe de prensa del príncipe, explica Eyre, ya ha afirmado que Harry se encuentra devastado, si bien aún se espera que el marido de Meghan Markle se pronuncie acerca de esta noticia.
Sobre la evolución de la enfermedad de Carlos III y el futuro de la Casa Real Británica, Eyre considera que "vamos a saber más cosas".
