Pedro Álvarez de Miranda, filólogo y catedrático de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid, accedió en el año a la prestigiosa Real Academia Española de la lengua en el año 2010, y desde entonces ha coordinado la 23ª edición de su diccionario y ha publicado numerosas columnas y artículos expresando su amor por la lengua española. "Medir las palabras" es el título del volumen recién publicado que recoge la totalidad de estas columnas, publicadas a lo largo de dos años en el suplemento de los viernes del diario "El Mundo".
"No es fácil ponerle título a un libro. Parece que ya todos los títulos buenos están pillados, ¿no?", ha bromeado el académico, que afirma, sin embargo, encontrarse muy satisfecho con el título que ha encontrado, pues "Medir las palabras" cuenta con una doble interpretación que le parece muy interesante al filólogo.
Más allá de su título, las páginas del libro exploran los orígenes, las implicaciones y la naturaleza de numerosas palabras, expresiones y modismos, que interesan especialmente al académico: "Hay un terreno en la lengua no del todo bien estudiado, que es la fraseología", afirma el autor, que asegura que el trabajo de los filólogos consiste también en "dilucidar" los orígenes y sentidos de las frases hechas que empleamos día a día.
¿Son los anglicismos un problema?
En su conversación con Julia Otero, Álvarez de Miranda ha repasado algunos de los principales debates sobre el idioma que se están desarrollando en la actualidad. Uno de ellos tiene que ver con la penetración del inglés en nuestro idioma, que cada vez incorpora más y más expresiones de origen anglosajón.
El filólogo, sin embargo, no parece mostrarse especialmente preocupado por este hecho: "Las únicas lenguas que no cambian son las lenguas muertas", afirma el académico, que admite que el inglés tiene una presencia apabullante en el mundo, como antes la tuvo el francés: "Lo que fueron los galicismos fueron luego los anglicismos", afirma el académico, que reconoce los beneficios que la conexión con otros idiomas puede traer a un idioma: "El francés nos unía con Europa", ejemplifica el catedrático.
"La lengua es de todos"
Pérez de Miranda se ha referido al que considera el principal trabajo de los filólogos y los expertos de la lengua: ejercer como "cronistas del cambio". "Nuestro oficio es historiar todo eso, como las lenguas cambian", explica el autor, que resta importancia a los fallos gramaticales que puedan suceder en la lengua popular, argumentando que estos fenómenos - como los laísmos castellanos- acaban haciendo evolucionar y cambiar las lenguas: "El error de hoy puede ser la norma de mañana", explica Pérez de Miranda, que añade que "la lengua es de todos. La lengua es de los hablantes, y son los hablantes los que la van configurando".
Álvarez de Miranda es consciente que, por su responsabilidad en la academia, muchas personas pueden sentirse sorprendidas por sus opiniones con respecto a la lengua: "Escandaliza que uno sea tan tolerante cuando la imagen que se tiene de los académicos es otra", admite el autor de "Medir las palabras".
'Nebulossa' y la resignificación de 'Zorra'
En su entrevista en 'Julia en la Onda', el académico también ha tenido tiempo para pronunciarse acerca del curioso fenómeno lingüístico de resignificación que está sucediendo con el tema "Zorra" del grupo Nebulossa, que va a representar a España en Eurovisión. ¿Puede convertirse una palabra tan ofensiva como "zorra" en una palabra empoderante?
"No lo acabo de entender", afirma el académico, que no va nada fácil que pueda darse la vuelta a un término con un significado tan marcado. "La palabra 'zorra' se las trae", afirma el filólogo, que destaca que no puede aplicarse en hombres, puesto que el significado de 'zorro' hace referencia a la astucia.