Son frases pronunciadas esta mañana en el parlamento europeo por Jean Claude Juncker, dentro de un discurso vibrante y sentido, que podría suscribir cualquiera de los partidos de la llamada “izquierda radical” europea. Lo que son las cosas.
España es el tercer país de la Unión que va a acoger más número de refugiados, justo por detrás de Alemania y Francia. En cifras, estamos hablando de 14.930 personas las que llegarán a España y serán repartidas por las Comunidades. Personas que, en palabras de Rajoy, no solo “tendrán garantiza la acogida sino a medio plazo, la integración que merecen”.
El cambio del gobierno español –y de otros gobiernos europeos- ha sido tan prodigioso que ha dejado constancia, una vez más, de quién manda en Europa, Angela Merkel.
El desconcierto de la derecha europea ante el golpe de autoridad pro-refugiados de la canciller solo es comparable al de la izquierda europea que no esperaba de la madre del austericidio semejante regate humanitario.