EN BUENAS MANOS

Recomiendan no limitar la protección solar al verano para evitar daños en la piel

Tal y como recoge Quirónsalud, sí podemos añadir algunos refuerzos, como protección solar oral durante verano, pero hay que tomar medidas preventivas y protectoras todo el año, como el uso de los fotoprotectores físicos, como gorras, sombreros y gafas; y químicos: cremas solares de factor 30, como mínimo, y de +50 en cara y cuello.

Redacción

Madrid | 13.09.2022 12:56

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Recomiendan no limitar la protección solar al verano para evitar daños en la piel | Redacción

La exposición solar con precaución y protección es beneficiosa para la salud, pero ¿cómo se encuentra nuestra piel tras meses de radiación más intensa?

El sol, el cloro, el agua del mar y los cambios bruscos de temperatura son los principales enemigos de la piel del rostro durante el verano, obteniendo como resultado una piel apagada y falta de brillo que nos muestra que está deshidratada, e incluso cáncer de piel en peores casos.

Para prevenir todos los efectos nocivos de la radiación solar en la piel, «es imprescindible una adecuada protección solar, no solo durante los meses de verano, en que nos encontramos más expuestos, sino que debemos ampliar el uso de la protección solar en crema o bruma todo el año y convertirlo en una rutina para evitar estos efectos indeseados», insiste la doctora María Ortiz, responsable de la Unidad de Medicina Estética del Hospital Quirónsalud Málaga.

Tal y como recoge Quirónsalud, sí podemos añadir algunos refuerzos, como protección solar oral durante verano, pero hay que tomar medidas preventivas y protectoras todo el año, como el uso de los fotoprotectores físicos, como gorras, sombreros y gafas; y químicos: cremas solares de factor 30, como mínimo, y de +50 en cara y cuello.

«La fotoexposición es uno de los principales factores del envejecimiento cutáneo prematuro, ya que la acción de los rayos UVA y UVB acelera el engrosamiento de la capa córnea -la más externa- de la epidermis, favoreciendo así la formación de manchas y arrugas tempranas; queratosis actínicas, que son manchas ásperas en la capa superior de la piel que se presentan después de años de exposición al sol; así como la aparición de cáncer de piel en los casos más graves en los que no se usa una adecuada protección», indica la médica.