Las temperaturas de más de 40º que estamos viviendo también afectan a la circulación. La nueva ola de calor trae consigo un aumento del 'Síndrome de las piernas cansadas', una enfermedad vascular que afecta entre a un 20 y a un 30% de la población.
El calor provoca que las venas y los capilares se dilaten con lo que, por efecto de la gravedad, la sangre se acumula en las piernas y se agudizan los problemas de circulación. Es por esto que, aunque es algo que muchas personas sufren durante todo el año, el porcentaje de la población que padece este síndrome se dispara en las fechas de verano.
Se trata de una dolencia que es cinco veces más probable en mujeres que en hombres y en la que influyen tanto factores no evitables, como la edad o la genética, como evitables, tal que el sedentarismo o el sobrepeso.
Los síntomas del 'Síndrome de piernas cansadas'
- Pesadez y edemas en las piernas.
- Hinchazón en miembros inferiores.
- Dolor y prurito.
- Cansancio y calambres musculares.
- Parestesias nocturnas (sensación de adormecimiento de las piernas).
- Hormigueo, picor, agujetas.
- Varices (dilataciones venosas en mayor o menor grado).
Los síntomas pueden ser más o menos graves, dependiendo de los siguientes factores:
Factores inevitables
- Edad (a mayor edad, más aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad).
- Predisposición genética (antecedentes familiares).
- Antecedentes personales (enfermedad circulatoria previa).
- Estado hormonal (particularmente embarazo y menopausia).
- Pie plano
Factores agravantes
- Las altas temperaturas. El calor es una de las causas más frecuentes.
- El sedentarismo. Estar en posición de pie largo tiempo también puede agravar los síntomas.
- El sobrepeso o la obesidad, especialmente en el caso de las mujeres.
- El estreñimiento.
- La ropa demasiado ajustada en la cintura y las piernas.
- Las terapias hormonales , como contracepción oral (estrógenos) y la terapia hormonal sustitutiva (THS).
Consejos para la prevención y alivio del síndrome de piernas cansadas
- Mantener las piernas en alto. Hacer descansos con las piernas elevadas de unos 20-30 minutos dos o tres veces al día puede ayudar al correcto funcionamiento vascular. También se recomienda dormir con las piernas en alto unos 10 o 20 cm.
- Evitar el calor y la exposición al sol.
- Estimular la movilidad de las piernas caminando o haciendo ejercicio.
- Utilizar ropa cómoda.
- Evitar el sobrepeso y el extreñimiento.
