La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), comúnmente conocida como el COVID de las vacas, se ha extendido en unos meses por toda la Península y a causa de ella las restricciones a los movimientos comunitarios de ganado afectan ya a 35 provincias, en las que surgen dudas y preguntas sobre esta nueva enfermedad bovina en España.
La información facilitada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que hace un seguimiento periódico de los casos de EHE, como por los servicios veterinarios autonómicos podemos responder a los interrogantes que plantea esta enfermedad, que no es transmisible a los humanos.
¿Qué es el COVID de las vacas (EHE)?
Se trata de una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa que tiene ciertas similitudes con el virus de la lengua azul y que afecta a rumiantes salvajes, sobre todo ciervos, pero también a gamos o corzos, y a rumiantes domésticos, tanto ganado bovino, como ovino y caprino. El caprino es muy poco susceptible a la infección, el ovino lo es más pero la enfermedad apenas deja síntomas clínicos y es en el vacuno en el que tiene una mayor incidencia y peores consecuencias, especialmente en ganaderías extensivas.
¿En qué se asemeja la EHE a las “Vacas Locas”?
Aunque algunos síntomas de la EHE, como la pérdida de peso de las reses más afectadas de hasta 200 kilos o el que caminen como borrachas pueden asemejarse a los de la EEB (Encefalopatía Espongiforme Bovina, el conocido como mal de las “vacas locas”), ambas patologías tienen origen y consecuencias muy distintas.
La principal diferencia radica en que la EHE ni se transmite ni afecta a los humanos, por lo que la declaración de la enfermedad no implica restricciones al consumo de la carne, la leche o la piel de rumiantes.
¿Cómo se transmite el COVID de las vacas?
No se transmite de vaca a vaca, si no por vectores (organismos vivos infecciosos), en concreto, el vector principal son los mosquitos del género Culicoides, es decir, se contagia entre animales a través de la picadura de un mosquito.
Hasta noviembre del año pasado no se había registrado ningún caso de EHE en la Unión Europea pero ese mes se detectaron los primeros en las islas italianas de Cerdeña y Sicilia y unos días después se declararon los primeros casos de España, en Cádiz y Sevilla.
¿Cómo ha evolucionado la EHE en España?
Desde noviembre, la enfermedad ha avanzado en la España peninsular de Sur a Norte hasta declararse la pasada semana oficialmente los primeros casos en la cornisa cantábrica, concretamente en Asturias y Cantabria. Además de las provincias insulares, en España por el momento se mantienen fuera de la zona de influencia de la EHE, todas las provincias gallegas y catalanas, La Rioja, Navarra, Huesca y Zaragoza.
El virus es habitual de otros continentes como América, pero se expande por el vuelo de los insectos infectados o influenciado por el cambio climático. Si cambia el clima, se modifica la distribución de los vectores de contagio, según los expertos el problema desaparecerá con la llegada del frío.
¿Cuál es la incidencia del COVID de las vacas?
La EHE es una enfermedad de declaración obligatoria. En las explotaciones ganaderas en las que se ha detectado en España la morbilidad, es decir el número de animales afectados, ronda actualmente el 10 % de la cabaña española, y la mortalidad, las reses muertas en esas explotaciones, representan el 1% lo que supone el 1 de cada 100.
Restricciones de la enfermedad
Las restricciones, que se aplican tanto en provincias con casos declarados de EHE como en otras que están en el radio considerado como zona de influencia, afectan principalmente al movimiento del ganado para vida entre países comunitarios.
En Castilla y León se han registrado casos en Salamanca, Zamora, Ávila y Segovia, pero en el resto de provincias también se aplican, por cercanía, las restricciones de movimiento directo para vida hacia otros Estados de la UE de cabezas de bovino, ovino y caprino.
Medidas preventivas
Actualmente la lucha contra la enfermedad se basa en medidas preventivas con la aplicación al ganado de insecticidas y repelentes autorizados con el fin de evitar las picaduras del mosquito que transmite la EHE. A las vacas afectadas se les pueden administrar con prescripción veterinaria medicamentos adecuados para bajar la fiebre y paliar otros síntomas.
Las peticiones de los ganaderos
Las organizaciones profesionales agrarias han reclamado tanto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como a las Comunidades Autónomas más información sobre la EHE y ayudas, ya que esta enfermedad supone costes añadidos a un sector que ya estaba tocado por el aumento de precios y ahora la inmovilización de sus granjas acarrea grandes efectos negativos.
