VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

De la ley del hielo a la luz de gas: las clases de violencia que sufren las mujeres

En el mes de noviembre se conmemora el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra Mujer. Actualmente, el maltrato contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los Derechos Humanos más persistentes y devastadoras a nivel global.

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Miriam Méndez

Madrid | 25.11.2022 07:04

 Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres | Antena 3 Noticias

La violencia contra las mujeres es la máxima expresión de la desigualdad de género a nivel global. Así fue considerada en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), y cuya erradicación es meta del quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030:"Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata, la explotación sexual y otros tipos de explotación".

Este objetivo incide en la importancia de visibilizar y combatir las problemáticas del maltrato contra la mujer ya que, dentro de ellas, se dan violaciones muy graves de los derechos humanos. Por este motivo, igualar las condiciones entre hombres y mujeres es una prioridad a escala nacional e internacional.

Ahora bien, ¿qué tipos de violencia se puede ejercer contra las mujeres?

Para responder a este interrogante, Onda Cero se pone en contacto con dos expertas en la materia.

Carmen Rodríguez, Trabajadora social en el SAD del ayuntamiento de Madrid, y Mónica López, Trabajadora social y Coordinadora del Programa Fortaleza de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM) distinguen entre los siguientes tipos de violencia contra la mujer.

Violencia económica y patrimonial

La violencia económica consiste en lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona, manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.

Violencia física

Mónica López sostiene que la violencia física consiste en causar o intentar causar daño a una pareja golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella.

De acuerdo con ambas expertas, este tipo de violencia puede incluir también daños a la propiedad.

Violencia psicológica

Mónica López denomina violencia psicológica a "aquella agresión realizada sin la intervención del contacto físico de forma verbal".

De acuerdo con la trabajadora social en la CIMTM, se incluyen dentro de este tipo de violencia: descalificativos, humillaciones, desvalorizaciones, menosprecios, abandono, amenazas, chantajes, control, insultos, desprecios, descalificaciones gritos, burlas, indiferencia y críticas, entre otras acciones.

Además, Mónica sostiene que la violencia psicológica suele empezar de forma sutil y, poco a poco, va incidiendo en la persona. De tal manera que esta no se da cuenta hasta que ya se encuentra bajo el control del otro de forma dependiente, con miedo y con coacción.

Por otro lado, Carmen Rodríguez Gallego distingue entre cuatro formas de violencia psicológica:

  • La Ley del Hielo, también conocida como Ley del Silencio: la experta señala que es una de las formas sutiles de maltrato. Se caracteriza por emprender acciones encaminadas a ignorar a la víctima, como retirarle la palabra durante un tiempo o fingir que no se le escucha o ve, hasta que la víctima se pliegue a sus deseos.
  • Luz de gas: de acuerdo con Carmen Rodríguez, se trata de un tipo de chantaje, en el que el agresor alude a que la víctima se ha imaginado o exagerado ciertas situaciones vividas, de manera consciente o inconsciente. Esta forma sutil de maltrato genera en la víctima fuertes sentimientos de dependencia, sensaciones de despersonalización y pérdida de control.
  • Sobreprotección: La profesional en el SAD del Ayuntamiento de Madrid sostiene que la sobreprotección toma diversas formas. Estas son la baja capacidad para poner límites claros, el veto de las iniciativas propias o la evitación de cualquier tipo de frustración a toda costa.
  • El conflicto de la lealtad: según la experta, esta forma sutil de maltrato está ligada a la separación con hijos de por medio. "En el conflicto de lealtad, los padres separados luchan por conseguir que el niño se posicione de forma incondicional con uno de ellos", añade Carmen.

Violencia emocional

Tanto Mónica López como Carmen Rodríguez, señalan que la violencia emocional consiste, por ejemplo, en minar la autoestima de una persona a través de críticas constantes, en infravalorar sus capacidades y en insultarla o someterla a otros tipos de abuso verbal.

De igual manera, las expertas afirman que, dentro de este tipo de violencia, se incluye causar daño en la relación de una pareja con sus hijas o hijos, o en no permitir a la pareja ver a su familia ni a sus amistades.

Violencia sexual

Carmen Rodríguez sostiene que la violencia sexual consiste en "obligar a una pareja a participar en un acto sexual sin su consentimiento".

Los piropos: ¿halago o violencia contra las mujeres?

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDRH), realizada en 2016, el segundo ámbito donde mayor violencia sufre la mujer es el comunitario, en espacios como la calle, el parque y el transporte, entre otros, donde un 38.7% de las mujeres fueron víctimas de actos de violencia por parte de desconocidos a lo largo del año.

Si bien muchas personas no asocian el acoso callejero con la violencia contra las mujeres, ambas expertas señalan que es fundamental visibilizarlo, ya que el acoso callejero es la antesala de otras formas más graves de violencia sexual.

En este contexto, Mónica López afirma que los piropos son una forma más de violencia machista. "Se trata de un acto unilateral, ya que el hombre aborda a la mujer con comentarios sobre su aspecto físico o frases de índole o connotación sexual y, si ésta las rechaza, se arriesga a reacciones agresivas", añade la coordinadora de la CIMTM.

Además, la experta señala los siguientes puntos clave sobre este tipo de violencia verbal:

  • Los piropos se constituyen como una gratificación personal para quien lo dice, particularmente cuando el piropo es dicho frente a sus pares masculinos
  • Se invade sorpresivamente a las mujeres en un espacio público que desde la infancia se establece como un lugar peligroso para ellas, vulnerando con ello su derecho a transitar libremente, con tranquilidad y seguridad por las calles.
  • Se presiona a las mujeres para no “provocar” a sus agresores, culpándolas por las agresiones cometidas hacia ellas.
  • La práctica del piropo busca la subordinación de la mujer, estableciendo una posición de “poder” y “control” por parte de quien lo expresa.
  • Los piropos son una manifestación de la cosificación a la que son sujetas las mujeres, fomentando que se les vea como objetos de placer del hombre, lo que perpetúa los roles inequitativos de género y abre el camino a la violencia.