Según un comunicado del Instituto Armado, la actuación comenzó cuando el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó dos embarcaciones semirrigidas, de las que habitualmente se utilizan en el tráfico de drogas, que se acercaba a gran velocidad al puerto pesquero de La Atunara.
Una patrullera del Servicio Marítimo se trasladó hasta el lugar y localizó a ambas embarcaciones, que emprendieron la huida a gran velocidad y arrojaron fardos que transportaban. Una vez comprobado que habían arrojado casi la totalidad y como no podían dar alcance a ninguna de las dos embarcaciones, los agentes cesaron en la persecución para recuperar la mercancía.
Tras una batida por la zona, la Guardia Civil recuperó 56 fardos de arpillera arrojados al mar, con un peso de 1.832 kilogramos de hachís.